El último clásico nacional se jugó el pasado domingo 20 de octubre de 2019, el cual desde su inicio tuvo un mal presagio. Antes de empezar el encuentro, el costarricense Michael Umaña, capitán del Comunicaciones, recibió la noticia de que su padre había fallecido, aún así decidió jugar.
Los problemas seguían llegando, apenas al minuto 12′ del partido, el centrocampista argentino Cristian Hernández sufrió una terrible lesión. Hernández tuvo que abandonar la cancha debido a una elongación del antebrazo izquierdo, minutos después fue trasladado al hospital.
El partido siguió hasta culminar con la primera mitad, con un apretado 0-0 en el marcador. Luego del descanso, Cremas y Rojos siguieron el encuentro sin hacerse daño, sin embargo los del Comunicaciones dominaban y parecía que su suerte cambiaría.
Lamentablemente, las ilusiones de los albos se fueron despedazando desde el minuto 75′ de juego, cuando se quedaron con diez jugadores por la expulsión de Alejandro Galindo. La pesadilla continuó tres minutos después, cuando al 78′, también expulsaron a Maximiliano Lombardi.
Ya con nueve jugadores en la cancha, los Rojos decidieron aprovechar que su rival estaba herido. Sobre el minuto 87′ el argentino Alejandro Gambetita Díaz remató al arco para poner el marcador 0-1 a favor del Municipal, lo que desató el desafortunado cierre del día.
La reacción
El Gambetita, tras anotar el gol de la victoria celebró su anotación al estilo Lionel Messi, mostró su camisola a los aficionados. Acción que le costó la expulsión debido al reglamento que sanciona a un jugador con una tarjeta amarilla, lo que provocó su segunda amonestación en el encuentro.
De esta manera, el clásico 308 se vino abajo, ya que un sector de hinchas ubicados en la General Norte del estadio nacional Doroteo Guamuch Flores, decidieron actuar de forma violenta.
Inició con un aficionado que invadió la gramilla del estadio, quien fue detenido rápidamente por las fuerzas de seguridad. Luego, varios seguidores albos empezaron a lanzar objetos y comenzaron a destruir las butacas instaladas en dicha localidad.
La crisis fue tal, que al finalizar el partido los jugadores tuvieron que salir de la cancha resguardados por las autoridades debido a la lluvia de objetos (botellas, piedras, basura y butacas) que caían desde la gradería.
Esta semana se resolverá el caso, que le podría valer una multa a Comunicaciones por invasión de seguidores y lanzamientos de objetos. Además, el club deberá asumir el costo de la destrucción hecha por sus aficionados a las instalaciones del estadio, sin duda alguna, una tarde que los Cremas querrán olvidar.