Perder a un ser querido es, probablemente, una de las situaciones más difíciles por las que puede pasar una persona; pero cuando es a causa de un suicidio, la experiencia se convierte en algo aún más desolador y duro de asimilar.
En el mundo, el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre jóvenes de entre 15 y 29 años. Entre los adolescentes de 15 y 19 años, el suicidio fue la segunda causa de muerte entre las niñas y la tercera entre los niños; según informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, este hecho ocurre cada 40 segundos.
Este sigue siendo un tema grave de salud pública global, ya que se estima que al menos unas 80 mil personas se quitan la vida al año, por diferentes causas. Así fue como sucedió con Mónica, quien a sus 25 años se levantó una mañana y se arregló como todos los días para ir a trabajar, pero nunca llegó; decidió que ese sería el último día que estaría deprimida y así fue como sus padres la encontraron sin vida en su habitación.
¿Qué puede llevar a un suicidio?
Los pensamientos suicidas pueden tener distintas causas y con frecuencia son el resultado de sentimientos que no puedes afrontar en situaciones difíciles de tu vida. Muchas de las personas que recurren a esta solución es porque consideran que no existe esperanza en su futuro y que equivocadamente piensa que el suicidio es la salida.
Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden variar en cada persona, ya que algunas pueden expresar sus intenciones de hacerlo; algunas otras solo guardaran el secreto o sus pensamientos suicidas para ellos mismos.
Sin embargo, lo importante es poder detectar cualquier signo de advertencia que pueden ser los siguientes:
- Hablar sobre el suicidio o escuchar frases como “me voy a suicidar o desearía estar muerto”.
- Aislarse de la sociedad, de la familia y de los amigos para estar solo.
- Tener con frecuencia cambios de humor.
- Sentirse sin esperanzas o atrapado en la misma situación.
- Aumentar el consumo de drogas y bebidas alcohólicas.
- Regalar las pertenencias personales, sin explicación o lógica.
- Despedirse de las personas como si nunca las volviera a ver.
Debes saber que los suicidios son prevenibles, por lo que procura aumentar la sensibilización respecto de la importancia de este tema y si conoces a alguien que esté pasando por un mal momento, intenta escucharlo. El objetivo no es dejar de vivir, sino dejar de sufrir y pedir ayuda.
Fuente: Organización Mundial de la Salud y Mayo Clinic.