Como una tradición cultural y artística de Guatemala, existen pintores que nacen con inspiración para aprender diferentes técnicas y realizar obras con alto grado de dificultad. Pero, para un artista guatemalteco, el paisajismo se ha convertido en una tendencia creciente entre las temáticas principales.
Alejandro Rodríguez, un pintor de 25 años, originario de Guastatoya, El Progreso, emplea en cada una de sus obras la técnica óleo sobre tela, las cuales sobresalen por buscar la “conexión emocional entre las personas y los cuadros”, al plasmar las bellezas naturales de su lugar de origen.
Con trazos delicados y colores llamativos, Alejandro ha creado obras que han sido vendidas en varias partes del país y en Estados Unidos. “Ha sido un camino de aprendizaje y práctica, por ello siempre estaré agradecido con Roberto Barahona, quien ha sido mi maestro en este proceso”, reflexiona Rodríguez.
El nacimiento de un talento
La habilidad para pintar no se trata de un milagro y según Rodríguez, ha sido una experiencia de vida para mejorar su técnica. “Recuerdo aún a mi abuelo cuando dibujaba bocetos en el piso explicándome las diferentes técnicas para los trazos. En 2015, cuando decidí dedicarme a la pintura con óleo y con sed de conocimiento, investigaba a diario hasta que empecé a mejorar”.
Sin embargo, otros no vieron con buenos ojos la sed de éxito que posee Alejandro. “Mientras investigaba y buscaba aprender a pintar, lo hacía para que algunos pintores más experimentados me dieran su opinión y saber cómo mejorar, pero solo recibí críticas destructivas. Expresaron que mi trabajo era malo, pero nunca me decían el porqué”, argumenta alejandro.
Roberto Barahona, pintor con años de experiencia en diferentes técnicas, vio el talento que Rodríguez tenía y lo apoyó para que creciera como artista. “El maestro confió en mí y me contrató de asistente. Con ello, estaba expuesto a pintar todo el tiempo y gracias a él, he logrado mejorar”, afirma agradecido el joven pintor.
Sus obras predilectas
La Presa, la Bomba y el paisaje nocturno del parque central de Guastatoya son algunas de las obras destacadas del artista, las cuales se basan en el paisaje urbano y rural de la localidad. Cada una de ellas refleja una mezcla de colores complejos.
Actualmente, el artista promociona su última obra Porque te quiero tanto Guastatoya, con el fin de promover la cultura y concienciar el cuidado de la flora y fauna de la localidad. La misma está inspirada en el poema Por qué te quiero tanto Guastatoya, escrito por el profesor Daniel Cardona. “Además, el entorno de esta pintura es muy subjetiva a las personas, ya que fue inspirada por el regazo que brinda mi amada tierra y por lo que forja su suelo, mitad calor, mitad templado”, comenta Rodríguez.
El artista añade que en la localidad existen lugares olvidados por el tiempo o por la infraestructura, los que rescata y plasma el momento. También, la conexión de las personas con el lugar y resurgir como parte de su inspiración.