Arteterapia, sanación de una forma libre, creativa y artística imagen

Consiste en utilizar el arte como herramienta para apoyar a la psicología, cuando las personas están pasando por momentos en los cuales optan por ignorar lo que les molesta.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

La arteterapia consiste en utilizar el arte como herramienta para apoyar a la psicología, cuando las personas están pasando por momentos en los cuales optan por ignorar lo que les molesta o duele y se cargan emocionalmente. Laura Menchú, arteterapeuta, dice que este es un medio de expresión, pero sin palabras.

Laura inició en 2015 a impartir este tipo de terapias. “Comencé con la ONG Proyecto Miriam, en donde daba talleres a grupos de mujeres (incluyo niñas y adolescentes), sobrevivientes de la violencia intrafamiliar”, comenta.

Académicamente, Laura es licenciada en arte con especialización en pintura. “Por lo mismo trabajo desde mi visión del arte, con relación a la terapia, con algunos psicólogos que me piden les asista en ciertas terapias. He observado la evolución de los participantes por medio de los diferentes talleres que he impartido. En resumen, aprendí con la experiencia”.

Esta terapia se lleva a cabo en un espacio donde la persona se sienta cómoda, en un espacio adecuado, que tenga luz, amplitud y esté tranquilo. “A mí me gusta trabajar enfocada en la persona, por lo mismo necesito silencio para que el sonido que en su momento incluya no interfiera con los ruidos externos, así no hay distracción”.

Foto cortesía: Laura Menchú

Beneficios de la terapia

Esta es una forma de expresión para que las personas descarguen sus problemas y se den cuenta del potencial creativo que todos poseen. Muchas veces la gente no sabe de lo que son capaces por sus propios miedos.

Los materiales que se utilizan son: pintura, acuarela, acrílico, óleo, barro, arcilla, etc. Estos son empleados por un artista visual para una obra de arte, ya sea pictórica o escultura.

Se usa también equipo digital porque como parte del aprendizaje se da un poco de teoría sobre historia del arte, esto se adecua a los niños, jóvenes o adultos, según sea la circunstancia.

La terapia está dirigida a todo el que necesite expresar sus emociones. “Me refiero a las personas con trastornos mentales o que estén pasando por un duelo, trauma o de alguna circunstancia personal psicológica”. Es una herramienta para la educación e inclusión social.

“La terapia sirve para expresar lo que sentimos de una forma libre, creativa y artística, para conocer nuestras capacidades y sanar por medio del arte, según sea el caso”, dice Laura.

Foto cortesía: Laura Menchú

Origen de la terapia

Se origina en Europa, en Inglaterra, a finales del siglo XIX, con las terapias por medio de la pintura en los hospitales de Londres, por la necesidad de enviar nuevamente a los soldados a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, por la misma situación emigraron artistas y psicoanalistas hacia Estados Unidos.

La relación se dio porque algunos estudiosos analizaron las vanguardias artísticas como diferentes medios de expresión que llevaban a un mismo fin y funcionaban para terapia.

Cómo funciona la terapia

“Me enfoco en el tema que voy a trabajar de acuerdo a la edad y circunstancia, pero si hablamos del procedimiento, todo inicia con la confianza. Primero, me reúno con los encargados de los niños y pregunto todo el contexto y la razón por la cual me contactaron.

Si son adultos prefiero conocerlos para que no los lleven a la fuerza. En algunas ocasiones me los refiere un psicólogo profesional y se lleva un seguimiento por medio de los informes escritos.

Las sesiones son de un máximo de hora y media cuando es individual y unas tres horas si es grupal. En ese tiempo, tras conocer alguna técnica artística, la persona se desenvuelve por sí sola en cuanto a crear el tema. Se la pasan muy bien. No hay necesidad de hablar si no lo desean.

Foto cortesía: Laura Menchú

Experiencias que marcan vidas

Un joven con síndrome de Asperger acababa de perder a su mamá y no había llorado su muerte, según me dijo. Estábamos en el tema del rostro humano, así que debía dibujar uno sin referencia o foto, al principio y por su condición mencionada era demasiado metódico y perfeccionista. Luego, de varias sesiones sus dibujos eran más libres, era su proyecto para una exposición y estaba muy emocionado, siempre me hablaba de su madre. 

“De repente, muy asombrado me dice: ‘Laura, mira ahí está mi mamá, es ella a quien dibujé, ¡es ella, es ella!’, y cuando mostramos el dibujo a su psicóloga me lo confirmó. El jovencito no tenía amplio conocimiento sobre arte, pero por medio de la pintura expresó lo que sentía.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte