Lejos de lo que imaginamos
La defecación al aire libre es un tema impensable para muchos, pero obligatorio para otros. En el altiplano del país hay muchas familias que no cuentan con un baño en su casa, no en todos los casos es cuestión de escasos recursos, es más bien, un aspecto cultural.
La Red de Instituciones de Microfinanzas de Guatemala (REDIMIF) en conjunto con Water for People comenzaron a proporcionar planes de microcréditos, para que las personas en el altiplano del país, que lo deseen, puedan construir un baño en su vivienda.
El problema de defecar al aire libre es que puede causar enfermedades como tifoidea, cólera o hepatitis. Este problema afecta a un 15 por ciento de toda la población mundial.
Daniel Ruiz de REDIMIF comentó que su intención con estos planes es erradicar la pobreza, ya que por medio de esta organización ayudan en un 73 por ciento al área rural de Guatemala, en donde se necesita mayor fomento para mejorar los temas ambientales.
“Aproximadamente la mitad de la población no tiene acceso a un baño. Ni el Estado podría apoyar el cambio con todo el dinero, lo que se necesita es pensar de manera creativa. Es necesario complementar esfuerzos con el sector privado, no solo con el Estado”, expresa Edgar Fajardo, director de Water for People.
La fusión de REDIMIF con Water for people busca erradicar la problemática de salud existente en el país, esto para dar oportunidades a aquellas personas que deseen realizar un cambio en su vida.
El beneficio real
El verdadero problema, en este caso, no es solamente de las personas de escasos recursos, sino de todo el país. A veces se acostumbra a considerar como mejor opción darles regalos o dinero para que puedan estar mejor, pero esa opción puede no ser tan eficiente.
Los proyectos autosostenibles tienen como objetivo crear conciencia en las personas de que existe un problema o necesidad que deben satisfacer. Luego, fomentar el compromiso para usar eficientemente la ayuda que se está brindando y la mejor manera para realizarlo es darles una herramienta para que puedan completar su proyecto.
“Si tienes que pagar lo que usas estás comprometido a cuidarlo, pero si te lo regalan da igual”, afirma Luis de León, persona encargada del aspecto cultural del proyecto.
Esta iniciativa está aportando aproximadamente de 80 a 140 créditos al año, oportunidades que han prevenido la desnutrición, las enfermedades y han creado una mayor aspiración para impulsar el cambio de paradigmas.
Entenderlos primero
Para poder lograr el objetivo del proyecto, tanto REDIMIF como Water for People, comenzaron por entender la manera de pensar de estas personas. No les dieron obsequios, comida, o ropa, sino oportunidades con pertenencia cultural que pudieran mejorar su calidad de vida.
“No es decir pobrecitos, sino maximizar oportunidades por medio de proyectos autosostenibles”, concluye Luis.