La riqueza de flora y fauna en Guatemala es innegable. Entre las miles de especies de plantas que existen, destacan las orquídeas.
Estas plantas se distinguen por la complejidad y belleza de sus flores. Hay de distintas formas, tamaños y colores. “Hay orquídeas que son milimétricas”, comentó Julio Fonseca, presidente de la Asociación Guatemalteca de Orquideología (AGO).
La AGO es la asociación más grande del país dedicada a la formación, cultivo, protección y conservación de las orquídeas. Alberga aficionados y profesionales que comparten una pasión por estas plantas.
En Guatemala existen más de 200 mil especies de orquídeas, según la AGO. Las que más se cultivan son las Guarianthe skinneri, conocidas como Candelarias. Se caracterizan por su color morado y lila.
La mayor parte de las orquídeas se concentran en el departamento de Alta Verapaz. “En una manzana de bosque podemos tener casi un 60 por ciento de todas las especies que hay en Guatemala”, agregó Fonseca.
Especies como las Lycaste skinneri, llamadas Monjas, son las más conocidas. Las hay en rosado, blanco y amarillo.
La cantidad de especies varía dependiendo de la cercanía del lugar con el cinturón tropical del Ecuador. Las orquídeas están en todas partes, incluso en países de Asia y África, siempre y cuando estén cercanas a la división de hemisferios.
Poco interés por conservarlas
“En Guatemala se ha hecho muy poco por su conservación. Son contadas las entidades que están haciendo algo”, resaltó Fonseca.
Las orquídeas luchan por sobrevivir en ecosistemas naturales, pero no es suficiente. La deforestación, los incendios forestales, el tráfico ilegal y el desconocimiento facilitan la extinción de diversas especies.
El comercio ilegal de orquídeas comenzó en el siglo XIX, con el saqueo de la Monja Blanca. “Los mejores ejemplares fueron a parar a jardines de Japón e Inglaterra”, indicó Werner Ramírez, presidente de la Asociación Altaverapacense de Orquideología (AAO).
“Existe una contradicción entre quienes dicen defender la cosmovisión maya. Hacen leña los árboles, pero no siembran nada. No se hace nada para proteger la naturaleza” – Werner Ramírez.
“Monocultivos, como la palma y azúcar, están destruyendo la selva que alberga miles de especies de orquídeas y otra flora y fauna”, agregó Ramírez.
Además, el cambio ambiental en general afecta de gran manera a la biodiversidad. Los insectos polinizadores están desapareciendo por el uso excesivo de fungicidas e insecticidas.
“Gran parte del problema surge porque nuestra cultura no ha sido dirigida hacia la protección de la naturaleza, que es un patrimonio irrecuperable”, añadió Fonseca.
La Monja Blanca es la especie más amenazada del país. Sin embargo, no está en peligro de extinción todavía, a pesar de lo que muchos creen.
El esfuerzo de las asociaciones
Tanto la AGO como la AAO y otras asociaciones, no dejan de trabajar para rescatar orquídeas y formar a los guatemaltecos para que las aprecien, así como a otras especies de nuestra naturaleza.
“Estamos tratando de cambiar, hacer que la gente se identifique con la protección, que cuiden y sancionen a quien arranque orquídeas ilegalmente”, señaló Fonseca.
El objetivo principal de estas agrupaciones es conservar esta riqueza para que las futuras generaciones puedan apreciarla y disfrutarla.
La AAO cuenta con al menos cinco viveros de socios para proteger las variedades. “Uno de ellos tiene 25 mil especies. La mayor parte son especies nativas de la región”, manifestó Ramírez.
La asociación organiza constantemente conferencias, pláticas, concursos y talleres sobre siembra, protección y cultivo de orquídeas, debido a la gran diversidad que esa región posee.
En cuanto a la AGO, anualmente organiza la Exposición Nacional de Orquídeas desde 1974. Esta reúne más de 1 mil 500 orquídeas nacionales e internacionales.
El evento busca hacer conciencia de la importancia y el cuidado de la naturaleza. Este año, se exhibirán especies originarias de Alta y Baja Verapaz, Totonicapán, San Marcos, Jalapa, y muchos departamentos más.
Además, contará con la presencia de especies de Ecuador, Perú, México, Norteamérica, Asía, entre otros países.
La AGO también tiene a su cargo el Parque Ecológico La Asunción, ubicado en la zona 5 de la ciudad. Cuentan con tres arcos en la entrada, en donde se han sembrado muchas orquídeas.
El proyecto nació por iniciativa del exalcalde Álvaro Arzú, quien públicamente expresó su apoyo para la construcción de un orquideario durante una exposición.
“Estamos luchando porque es un proyecto gigante que requiere mucha inversión”, dijo Fonseca. Cuenta con casi cinco hectáreas de área boscosa, donde se pueden sembrar árboles y conservar naturalmente estas plantas.
Los orquideólogos se encargan de reintroducir en el lugar, orquídeas que han caído de los árboles por el desarrollo industrial urbano.
La entrada al parque es gratuita y está a disposición de todo el público. “Nuestro objetivo es educar a los visitantes para que se involucren en el respeto a la naturaleza”, expuso Fonseca.
Puedes visitar la 45 Exposición Nacional de Orquídeas, del 31 de enero al 3 de febrero, en el Salón Social José Mariano Arzú Castillo, finca El Zapote, zona 2.
La donación para ingresar y disfrutar de conferencias y talleres, así como una venta de orquídeas y demás objetos de jardinería, es de Q30 por adulto y Q10 por niño. Los menores de 8 años ingresan gratis.
Visita la página de la AGO para más información.
Fotos: Elena Gaytán, AGO, AAO.