Largas filas se divisan desde tempranas horas; por un instante, la ciudad se concentra en unas pocas calles y avenidas de zona Durante el día se observa el ir y venir de personas que con su indumentaria maya adornan las calles de la ciudad para ver a la Madre del Señor, la Virgen de Guadalupe.
En Ciudad de Guatemala, unos cien mil devotos visitarán el Santuario que se construyó en su honor en la 8a. calle y 1a. avenida de la zona 1.
Para Marta Cardona, es tradición asistir cada año al Santuario. “Mi mamá nos traía desde pequeñas y ahora yo también sigo esa tradición con mis hijas”, cuenta. Su peregrinación comienza desde la zona 6. “Nuestro sacrificio es caminar desde la Parroquia hasta el Santuario. Lo hacemos por amor y porque ella es muy milagrosa”, añade.
Tiene dos hijas. Una de ellas lleva el nombre de la “Morenita”, como le conocen. “El único año que no vine fue cuando nació mi hija pequeña y en su honor le puse Guadalupe”, relata Cardona.
Joaquín Pardo, organizador del Archivo General de Centro América, en un artículo periodístico publicado en 1985, cuenta que fue el apóstol y evangelizador de América, Antonio Margil de Jesús, muy devoto de la Virgen, quien propagó la devoción por todo el territorio mesoamericano entre 1676 y 1726.
El padre Julio Alejandro Barrios, párroco del Santuario de Guadalupe, dice que fue el arzobispo de México, Juan de Zumárraga, quien introdujo en el país el interés por la Virgen. Cuando consagró a Francisco Marroquín, en 1537, como obispo de Guatemala, también consagró la diócesis a la Señora de Guadalupe.
No importa la edad, la devoción a la Virgen Morena es más que evidente en las largas filas de personas que la visitan. Esto es solo una pequeña muestra de fe. Pero, ¿cuál es el factor que mueve a los feligreses a tener una gran devoción por ella? Quizá el más fuerte sea la cantidad de milagros que se le atribuyen.
“Unos no creen y se convierten; otros son escépticos y prefieren decir que estamos locos”, indica Ofelia Velásquez, devota. “Ella no es quien realiza los milagros, es Dios quien a través de su intercesión hace que lo imposible ocurra. Que yo haya sanado de cáncer por intercesión de ella no es producto de mi mente, es cuestión de fe”, afirma.
“Esta tradición rememora el encuentro de San Juan Diego con la Virgen de Guadalupe, la morenita del Cerro del Tepeyac, es por eso que se acostumbra en México y toda Latinoamérica llevar vestidos con indumentaria típica a los niños menores de 10 años. La tradición es llegar a venerar a la Virgen de Guadalupe y luego tomarse una fotografía de recuerdo”, explica el historiador Miguel Arévalo.
Según la costumbre, los niños deben vestirse de esa manera durante 7 años seguidos. Los padres llevan a sus hijos como una promesa para poder recibir paz, amor y bendiciones.
En Ciudad de Guatemala existen dos iglesias en honor a ella: la Villa de Guadalupe, en la zona 10 y el Santuario de Guadalupe, en la zona 1.
Cientos de guatemaltecos abarrotan las calles de la zona 1 para celebrar el Día de la Virgen de Guadalupe y dar gracias por las bendiciones recibidas o simplemente para no perder la tradición.