Con bancos en mano y una bolsa plástica en donde llevan las prendas básicas para aguantar el frío de la noche, varios fieles devotos de Jesús Nazareno de los Milagros se enfilaron para adquirir turnos. “Desde pequeño mi papá me traía, por ello he cargado varias veces esta procesión”. “Estoy en la fila desde las 10 de la mañana, para mí vale la pena”, expresó Alberto Reyes.
Algunos pernoctaron desde la noche del viernes para conseguir los primeros lugares. “Es bonito estar aquí y pasar todo el proceso. Venimos con mis sobrinos y mi hermano. Ya nos acostumbramos a dormir en este lugar desde días antes, porque para Semana Santa, a veces hay más gente”, dijo Raúl Pérez.
La fila de los devotos crecía con el pasar del tiempo. Todos llegaban con la misma ilusión de obtener un turno para llevar en hombros a Jesús Nazareno de los Milagros, este próximo 17 de noviembre.
“Hasta ahora he contado 200 personas, pero siempre en la noche se llena más. Lo importante es permanecer en tu lugar porque si uno se mueve se puede quedar sin un turno”, contó Joaquín Gómez.
El próximo sábado 17 de noviembre, se conmemorará el 25 aniversario de la Consagración de Jesús Nazareno de los Milagros, Rey del Universo, que sale del Santuario Arquidiocesano del Señor San José, en la zona 1.
Este cortejo procesional se realiza en el marco de la solemnidad de Cristo Rey.
A pesar de que el rector del Santuario Arquidiocesano del Señor San José, el padre José Luis Colmenares, instó a todos los devotos a evitar anticiparse a colas por respeto a los vecinos, los fieles no lo obedecieron.
Pedro Ruiz, viene de San Juan Sacatepéquez y expresó: “He orado toda la semana para obtener un turno. Escuché que el padre dijo que no hiciéramos colas antes, pero de lo contrario ya no conseguiremos turnos”.
La mayoría va en grupos, llevan suéteres e incluso ponchos para soportar el frío de la noche. Otros comparten juegos de mesa, mientras esperan el otro día para comprar sus turnos extraordinarios.
“Yo estoy aquí porque tengo fe. Él me ha hecho muchos milagros”, relató Pérez. También contó que muchos lo hacen por “negocio”. “Hay gente aquí que compra turnos y después los revende mucho más caros”, agregó.
Algunos vecinos expresan su molestia, otros dicen que ya se acostumbraron a verlos pasar noches enteras. Pero ya sea por fe, tradición o por conseguir un ingreso extra, estas personas están dispuestas a pasar frío, sol, incluso hambre para cargar a Jesús en hombros. ¿Qué opinas de estos devotos cargadores?