En la Fundación Infantil Ronald Mcdonald hay muchas historias de niños que en su mayoría esperan un milagro. Se encuentran bebés hasta preadolescentes, que han estado cerca de la muerte, pero que aún continúan luchando por sus vidas.
En la fundación los hacen sentir como en casa, para que estén tranquilos y felices. Organizan celebraciones desde cumpleaños, karaoke y hasta momentos para compartir con los animalitos.
Duke asiste a la escuela canina La Tribu K9, en donde le han enseñado cómo comportarse, ser educado y respetar las órdenes.
Duke es uno de los perros que ha sido entrenado para ser voluntario.
El canino nació en febrero de 2017. En abril del mismo año, llegó a su nuevo hogar, en donde ha recibido amor, entreno y confianza. Se convirtió rápidamente en parte fundamental de la familia. A los meses, los dueños de Duke se enteraron que serían papás.
Duke es ahora el protector de su hermanita humana y la hace reír cuando llora.
Es un perro que se ha caracterizado por ser noble, especial y sobre todo amoroso. Desde cachorro era muy inteligente, hacía sus necesidades en el jardín y siempre ha sido travieso.
Duke asistía a sus entrenos, en el que cada uno era especial, pues aprendía algo nuevo y practicaba lo aprendido.
En mayo de este año, Duke tuvo su primera experiencia como voluntario, ya que visitó a los niños de la fundación. Movía la cola, saltaba de la alegría, como que supiera que su misión era brindar un rato de entretención y felicidad.
El 3 de octubre se celebró el McDía Feliz, donde muchas personas visitaron los restaurantes, pero hubo una actividad muy especial en el corazón de la celebración. En la casa de Ronald McDonald, los niños compartían comida, piñatas y recibieron la visita de los perros entrenados para que pasaran un buen momento.
Duke era el portero que jugaba con los niños y sus padres. Le encanta tener la atención, es juguetón, más cuando le tiran su pelota verde.
Los niños eran los entrenadores, corrían con él, jugaban fútbol y le lanzaban la pelota. Duke se entusiasma cada vez que los visita, su colita, saltos y su lengua salida lo demuestran.
Las personas que están en la Casa Ronald McDonald, en su mayoría son del interior del país, de escasos recursos, que no cuentan con familia en la ciudad. Permanecen ahí por problemas médicos que padecen sus hijos.
Cada vez que alguien los visita o les organiza una celebración, los pequeños se alegran.
Duke es un perrito que llega con mucha energía cada vez que visita la fundación. Pero, cuando regresa a su casa se queda dormido en la sala por el cansancio, ya ni sube al cuarto de sus dueños.
Pero cuando va como voluntario para jugar con los niños siempre está presto, listo y dispuesto, porque le encanta compartir con ellos.