La luz roja del semáforo le permite comenzar su espectáculo ambulante. Unos cuantos pasos hacia el medio de la calle y tras colocarse al frente de conductores esperando al cambio de color, Alejandro consigue unas cuantas monedas con su habilidad para dominar el balón con el fútbol freestyle.
A veces en la zona 4, 1 o la Sexta Avenida de la ciudad capital, Alejandro Domínguez sorprende a peatones y conductores con su habilidad para dominar el balón. Sin embargo, detrás de la simple apariencia de un joven de 19 años que pide monedas en semáforos, se esconde el subcampeón centroamericano y tres veces campeón nacional de freestyle.
Residente de la Colonia Bethania en la zona 7 capitalina y con una familia que intenta salir adelante, Alejandro utiliza las monedas para poder apoyar con los gastos del hogar y futuros viajes a competencias de freestyle.
Las tecniquitas, piruetas y botes en la calle le ha permitido practicar para seguir aspirando a ser un profesional algún día. “Jugar en los semáforos me ha enseñado a perder el miedo, porque cuando estás en las competencias, todos me miran esperando que me equivoque al igual que en las calles. Para mí el semáforo es una oportunidad de ser mejor y conseguir mis sueños de dedicarme completamente al freestyle”, afirma Alejandro.
Sin horario y sin calendario fijo para salir a los semáforos, Alejandro pasa hasta más de cuatro horas haciendo freestyle. “Sigo en el colegio, por lo que siempre llevo mi uniforme en mi mochila. Simplemente, salgo con mi balón cerca de las cinco de la mañana cuando ya hay gente que va a su trabajo y empiezo a hacer mi show”.
Sin embargo, no a todos agrada el tipo de espectáculo que Alejandro realiza. “A veces hay policías municipales o de PMT que me han querido sacar del semáforo diciendo que no puedo pedir limosnas. Sin embargo, siempre les aclaro que estoy trabajando, yo ofrezco un espectáculo y sigo practicando para mejorar el show”, expresa Alejandro.
La interpretación de alguien en la calle que pasa pidiendo dinero llega a afectar a Alejandro en ocasiones, sin contar el riesgo que existe al estar en las avenidas donde la violencia hace presencia. “Me han intentado asaltar luego de estar en los semáforos, ya que ven que llevo mi mochila con las monedas que recaudé”, recuerda Alejandro.
Mala percepción y sin apoyo
Las típicas frases de “es un vago”, que trabaje en algo mejor o seguro es para los mareros nunca deja de fluir entre los conductores que ven cómo alguien pide dinero a su ventana. “La gente siempre va a juzgar y creer que solo es una limosna lo que pido, pero para mí significa un sueño y me estoy esforzando para cumplir un sueño. A pesar que algunos me suban la ventana o me digan cosas que sé no son verdad, practicar fútbol freestyle en los semáforos me ha enseñado a no tener miedo de lo que piense el resto”, comenta Alejandro.
“Cuando empecé a querer dedicarme a ser un freestyler profesional también me consideraron loco en mi casa. Sin embargo, luego de ver que sí podía competir contra otros grandes del deporte en Guatemala y Centroamérica, el apoyo siempre estuvo allí por parte de mi familia”, indica Alejandro.
Hoy, Alejandro ha logrado mantener sus estudios y seguir participando en diferentes eventos de freestyle. Algunos de sus títulos son tres campeonatos nacionales de freestyle, actual campeón de Challenge Zona Sur Ball México, donde también quedó en segundo lugar en ocasiones anteriores y segundo puesto en el Campeonato Centroamericano de Freestyle.
¿Crees que se deberían de apoyar a jóvenes con este talento?