La alarma suena a las cuatro en punto de la mañana, la colonia está en silencio, un par de luces empiezan a prenderse y los perros callejeros ladran sin cesar como señal que ya es tiempo. Junto a la puerta hay un par de cubetas de pintura vacías, una manguera verde remendada con cinta de aislar y un tonel azul. La pila está vacía y el chorro lleno de basura.
Junto con doña Nora, como la conocen los vecinos “del incienso” también madrugan, con sus botes se disponen a conseguir la suficiente agua para que a sus familiares les alcance durante el día, por lo menos, para lo indispensable como bañarse o preparar los alimentos.
La mayoría se saludan de lejos mientras caminan a pasos acelerados durante tres cuadras hacia el “chorrito”. Con sus cubetas vacías intentan llegar de primero para no quedarse sin agua. “Siempre ha sido un problema para nuestra colonia, en mi casa solo cae una o dos veces a la semana y es muy poca, apenas alcanza para llenar una pila”, contó doña Nora.
A pesar que existen opciones de comprar agua, los vecinos coinciden en que es un gasto que no siempre pueden cubrir y que no deberían hacer. “Debería ser una prioridad y accesible para todos”.
La escasez del agua
Un aproximado de 586 mil familias sufre escasez de agua en el área metropolitana, según el Instituto de Investigación y Protección sobre Ambiente Natural y Sociedad. El vocero de Municipalidad de Guatemala, Carlos Sandoval, dice que con el agua de los ríos solo se cubre un 39 por ciento de los servicios, por lo que es necesario recurrir al caudal de 90 pozos.
En la zona metropolitana la oferta de agua es de mil 909 millones de metros cúbicos, pero el 42 por ciento se pierde por medio de la evapotranspiración, siendo esto la pérdida de la humedad de una superficie por evaporación. Asimismo, el 36 por ciento corresponde por la escorrentía y el 22 por ciento se almacena en el suelos recargando los mantos acuíferos.
Noventa y siete mil 120 millones de metros cúbicos es el caudal de agua anual en Guatemala, según Segeplan. El 59.5 por ciento del agua es utilizada en la agricultura y el 18 por ciento para la generación de energía, según el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.
Desde 1993, el Congreso de la República ha recibido 13 iniciativas que buscan aprobar una ley de aguas, pero todas se han quedado en intentos, incluso algunas no han recibido dictámenes por parte de las distintas comisiones a las cuales han llegado.
La Empresa Municipal de Agua registra 215 mil servicios en el área metropolitana, los cuales son abastecidos por medio de cien pozos. Estudios anteriores registran que el 41 por ciento del agua de la ciudad proviene de pozos y el 59 por ciento, de fuentes superficiales provenientes de cuencas fuera del área metropolitana.
En el caso de Mixco, los vecinos de las diferentes zonas también sufren la escasez de agua. En la zona 11 se llevan a diario 30 pipas, de las cuales todavía no logran abastecer a todos. La Municipalidad de Mixco está creando un plan maestro de agua que les permitirá a través de una red de distribución entre los 92 pozos juntos a los cinco que se están construyendo, poder solventar más el problema del mismo.
Se estima que el pozo que distribuirá a zona 11 producirá 450 galones por minutos y el de zona 7 producirá 750 galones por minuto. Asimismo, se continúan construyendo otros para mejorar el tema de agua en el municipio.
El tratamiento de aguas
Así como la metrópoli y Mixco, muchos sectores del país sufren de la escasez del vital líquido. Si las autoridades no implementan políticas o planes para la gestión del agua en Guatemala, se estima que en diez años las fuentes que distribuyen podrían estar contaminadas. Por esa razón, las plantas de tratamientos son esenciales para recuperar ríos que en su momento podría abastecer a la población.
Lo lamentable es que tanto el Gobierno como las municipalidades, solo se han dedicado a cavar más pozos, haciéndolos cada vez más profundos. Esto es un indicador que nos estamos acabando el agua, pero ninguno se preocupa en tratarla.