Desde que era niño supo que era diferente, que había ciertas actividades que no podía hacer aunque quisiera, su mamá también lo notó. Fue hasta que cumplió 15 años que descubrió lo que padecía, algo extraño.
Una miopatía por depleción de ADN mitocondrial relacionada con TK2, dicho gen no le permitía desarrollar músculo y, por ende, su aspecto físico siempre fue delgado. Diego Nájera utiliza un aparato médico que respira por él para que no queme calorías y sus músculos mantengan la fuerza necesaria.
Dicha enfermedad afecta a los tejidos de los músculos y cerebro conjuntamente, también el hígado. La debilidad muscular progresa rápidamente, provocando fallo respiratorio y muerte durante los primeros años de vida.
“Durante un tiempo me peleé con Dios porque no entendía”, hasta que un doctor en Nueva York le dio una nueva solución. A sus 25 años, Diego fue apto para tomar la medicina de primera generación como un tratamiento médico, el precio era elevado, por ello, esperó otro año para adquirirla y que esta le permitiera hacer actividades que antes no podía.
“Soy como todos los demás, no me gusta que me traten diferente”, dice. Sus aspiraciones son grandes y la mayoría relacionadas con tecnología, pues la computadora fue su mejor aliada cuando no podía hacer actividades físicas.
A Diego le resultaba difícil ver a sus amigos jugar fútbol y no poder practicarlo, así como observar a sus hermanos escalar volcanes y limitarse a ser un espectador, sus emociones a veces se desmoronaban. Pero cuando entró a un grupo de oración “las cosas mejoraron” y se veía a sí mismo como alguien capaz de alcanzar cualquier meta que se propusiera.
“Ahora me diría a mí mismo que me aferre a los que me quieren, que nunca me olvide de Dios, quien decide en mi vida y que todo tiene una solución”.
Como parte de sus sueños le gustaría crear una fundación para ayudar a las personas con la misma enfermedad. “La gente muere por otras causas, pero no saben con certeza qué fue lo que les pasó”.
Profesionalmente su meta es crear una compañía de videojuegos. “A raíz de que mi computadora ha sido mi única aliada y mejor amiga, amo todos los juegos de shooting”.
El próximo año se gradúa de administración y en la actualidad trabaja en bienes raíces.
“La vida es verla positiva porque de todo lo malo sale algo bueno. Ahora veo esto como un milagro, algo único, no como antes, que veía la enfermedad como una cruz, sino un propósito y como parte de mi vida”.
Para conocer cómo puedes ayudar a Diego, haz click en el enlace https://social.fund/viwxaw/