“Héroes son aquellos que arriesgan su vida a diario para proteger el mundo y hacerlo un mejor lugar para vivir” – Lifeder.
El amor hacia la vida y los suyos, convirtió a Andrea Rodríguez en bombero y en la única mujer operadora de bombas contra incendios en Guatemala.
La religión ha sido parte importante en su formación personal, ella y sus cinco hermanos siempre estuvieron rodeados de alegría y amor. El servicio hacia los demás era uno de los valores que sus padres les inculcaron. Además de ello, visitaban orfanatos y asilos desde que eran muy pequeños, “les llevábamos una refa que mi mamá cocinaba”, expresó Andrea.
La vida en los bomberos
Luego de graduarse de Diseñadora Industrial en el 2009, ingresó a los Bomberos Voluntarios. Desde esa fecha ha formado parte importante del cuerpo de voluntarios, en el cual sigue sirviendo con la misma emoción.
“Mi mamá sembró en mí desde muy pequeña, el servicio a los demás y por esa razón es que decidí ayudar como bombero”, contó Andrea.
Para la joven, servir y ayudar a los demás es algo que la motiva cada día, ya que Andrea tiene vocación para este trabajo; es lo que ama hacer y por ello está donde siempre quiso. Desde que se graduó, le tocaba salir a emergencias de incendios y allí fue donde descubrió que era lo que más le fascinaba hacer.
Los operadores de motobomba se formaban conforme a experiencias. Andrea sintió curiosidad y al enterarse de que abrirían un curso de Bomberotecnia, no dudó en hacer lo posible para poder formar parte del aprendizaje, el cual le tomó cinco meses más del año que se preparó como bombero. Ahora pertenece a la 10a. compañía de Bomberos Voluntarios.
Durante la formación, había personas con gran experiencia en el área, colocando un reto personal a Andrea“uno cree que es fácil, pero conlleva mucha preparación”, expresó.
Única y primera
Actualmente, Andrea trabaja de diseñadora gráfica y sus turnos en los bomberos son cada cinco días de 10 p.m. a 6:00 a.m. los cuales son voluntarios. En todo el tiempo que ella ha permanecido en los bomberos, ha atendido todo tipo de emergencias, las cuales han servido para su experiencia y para amar más lo que hace.
Si ser bombero es difícil, ser operador de una motobomba más, si nos centramos que nos encontramos en una sociedad estereotipada en la que solo los hombres pueden hacer “estas cosas”. Andrea considera que los tiempos han cambiado, puesto que ahora también tiene motivación de sus compañeros que la alientan a seguir adelante en todo lo que refiere a ser bombero.
“Todos los días se aprende algo nuevo, me encanta poder servir y aportar un pequeño granito a mi país con mi trabajo”, señaló Andrea.
