Como todo aficionado al fútbol, Mario César Rodas hizo todo lo que estuvo en sus manos para lograr cumplir por segunda vez en su vida el sueño mundialista. Fue a dos partidos de Brasil 2014 y ahora llegó a Rusia 2018, pero en su arribo vivió una experiencia que nunca creyó posible.
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Checha es un joven de 30 años, trabajador, graduado como ingeniero administrativo, padre soltero y amante del fútbol. Heredó de su papá la pasión por la disciplina. De pequeño iba al estadio constantemente. Veía los partidos de Municipal, Comunicaciones, Xelajú y Aurora, entre otros. Es seguidor de Brasil.
Es el mayor de tres hermanos y durante toda su vida ha jugado. Pasó por la Tercera División, fue convocado para un premundial sub 17, entrenó con la especial de USAC, pero debido a sus estudios puso pausa a su sueño deportivo. Regresó a la actividad en el fútbol de playa en donde no solo sumó minutos con dos distintos equipos, sino además con Selección Nacional y finalmente se integró al fútbol siete, donde también fue representante del país.
La idea para atravesar el mundo y disfrutar de la máxima cita del balompié surgió hace años, pero en este 2018 volvió al primer plano. Conoció al dueño de la agencia Sports&Travel con quien llegó a un acuerdo que le permitiría alcanzar nuevos horizontes. Rodas se dedica a la creación de contenido digital y halló la manera de unir todas sus pasiones.
Checha llegó a Barcelona en mayo pasado para participar en un mundial de fútbol once especial para abogados. Aprovechó para pasar unas vacaciones familiares y luego iniciar la ruta hacia Rusia.
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Esta misma agencia le permitió vivir el clásico español en Barcelona, la llave de Champions League entre el Bayern y el Real Madrid además de la serie de Europa League entre el Atlético y Arsenal. Todo su entorno parecía un sueño. Sus días comenzaban y terminaban entre estadios, porras, fiestas futboleras y en fin…todo era perfecto.
Checha, junto a su hermana Julieta tenían mucha expectativa por compartir esta experiencia. Salir de su rutina y disfrutar del fútbol sin mesura. Realizaron una reservación a través de AirBnB pese a que varias personas les advirtieron de las estafas que proliferaron en los últimos meses. ¡Cayeron en la trampa!
Cuando llegaron a Rusia se dieron cuenta de la situación, su booking no existía. Por varias horas tuvieron que apretar los recursos y esperar que se solucionara el problema. La mayor dificultad fue la comunicación; en Rusia pocos hablan inglés y menos el español. A través de diversas aplicaciones lograron entenderse con las personas que finalmente devolvieron la tranquilidad a los hermanos y a partir de allí comenzaron una nueva historia. AirBnB los apoyó en todo momento.
En Rusia, los días son más largos y las noches no alcanzan para recuperar la energía. Los rublos (moneda de aquel país) les han permitido disfrutar platillos peculiares. Las fotografías enmarcan las distintas sensaciones que el balompié externa, sin encontrar palabras suficientes para describirlas.
Los gastos serían excesivos por lo que Rodas tuvo que trabajar varios proyectos extras antes de tomar el primer avión. Sus responsabilidades con Valentina, su pequeña hija de 3 años y medio no podrían obviarse por lo que en la previa de la aventura, tuvo que exigirse más.
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