Agresividad extrema, convulsiones, fiebres y dificultad de orientación, pueden ser síntomas de rabia en tu mascota. ¡Ten cuidado! Esto puede afectar seriamente a tu familia.
Las vacunas son importantes en los animales; estas evitan enfermedades graves o letales que incluso puedan ser transmitidas a otros animales o a los humanos.
Así sucede con la rabia.
La rabia es bastante conocida, más en los perros, puesto que abundan en la calle y se reproducen sin ningún descanso, por ello es importante que si tenemos mascotas, vacunarlas cada año para evitar que la contraigan. Estas vacunas no son 100 por ciento efectivas, siempre existe una pequeña grieta por la que el virus pueda entrar.
¿Sabes cuáles son los síntomas que tienen los animales?
Debemos tener presente que la rabia no es curable y los síntomas en los animales son bastante peculiares.
En la primera fase, sus síntomas son más neurológicos: comienzan a ser extremadamente agresivos, nerviosos o asustadizos. Incluso comienzan a vagar sin sentido de orientación.
La segunda fase no siempre se manifiesta en todos los animales. Los síntomas más comunes son irritabilidad, hiperactividad, poco descanso, el animal muerde cualquier cosa que se ponga en su camino. Pueden presentar también convulsiones.
Algunos animales mueren antes de alcanzar la tercera fase. En esta etapa, se paralizan los músculos de la cabeza y el cuello, imposibilitando al animal de tragar saliva, lo que crea espuma en su boca y ocasiona progresivamente una insuficiencia respiratoria que provoca la muerte del animal.
Lamentablemente el virus de la rabia no tiene tratamiento ni cura, debido a la intensidad de los síntomas, ya que los mismos afectan el sistema nervioso central y el cerebro del animal. Un perro con rabia acabará por morir eventualmente, sin embargo es posible prevenir el contagio de esta condición mediante la vacunación. Esta vacuna puede variar, pero por lo general se encuentra entre los Q80 a Q120.
Pero cuidado, una mordida puede ser letal para los humanos
Como mencioné anteriormente, la rabia no tiene cura en los animales ni en los humanos. La misma es propagada por medio de la saliva infectada que penetra en el cuerpo a través de una mordida o un corte en la piel.
Lo que sucede con este virus letal es que viaja desde la herida hasta el cerebro causando una inflamación.
Cuando una persona es mordida por un animal con rabia, se debe llevar de emergencia a un hospital para que la pasen a observación y se procede a vacunar contra la rabia. La vacuna activa al sistema inmune para que identifique y elimine el virus de la rabia del cuerpo. Son cinco dosis repartidas en un mes; se debe comenzar el tratamiento en el mismo momento que se limpia la herida. Pero casi nunca es efectiva: una vez que la rabia está en el organismo, lo único que queda, es esperar y tratar los síntomas para que el cuerpo no sufra demasiado.
Por ello, es importante vacunar a nuestras mascotas, sean compradas, rescatadas o nacidas en nuestro hogar. Lo recomendable es hacerlo luego de los tres meses y medio y realizarlo cada año.
Fuentes: expertoanimal.com, Veterinario Aníbal Cheté, Médico General Abner Villagrán.