Los artistas urbanos del graffiti son discriminados como vándalos, aunque lo único que hacen es dejar volar su creatividad para luego plasmarla en diferentes superficies con aerosol. Próximamente, Guatemala será anfitrión de una actividad que permitirá a diferentes artistas dejar su huella en varias zonas de la capital y del interior del país, que con un poco de suerte, ayudará a cambiar la percepción negativa que se tiene.
Esta no será la primera vez que los jóvenes que practican el arte del graffiti sean recibidos como lo que son: artistas. Ya que, por ejemplo, la zona 4 de la capital ha dado en reiteradas ocasiones permiso para que ellos conviertan paredes grises en un lugar vibrante.
Pulido Prudencio, joven guatemalteco y artista del graffiti, comenta que “antes no había oportunidad de tener una expresión artística o una forma de manifestarse en las calles”. Agrega que, para él, el vandalismo es distinto a lo que hace, pues, aunque existe el graffiti de pandilla, que sirve para delimitar territorios, el que este practica junto con otros colegas, solamente es para expresar sus pensamientos.
Pulido lleva 10 años haciendo este arte, aunque también ha trabajado en murales. Su trabajo incluso ha sido aplaudido por diferentes actores que, en ocasiones distintas, le han solicitado trabajar en el desarrollo de la imagen de una empresa.
Según el artista, los mayores son los más escépticos, pues ellos sostienen la creencia de que esto es un acto de delincuencia. “Resulta desgastante intentar cambiar su forma de pensar. Sin embargo, cada vez más se ve cómo Guatemala se abre a otras corrientes artísticas, como lo es el graffiti”.
La socióloga Claudia Valiente afirma que se debe entender que el graffiti como arte no debería ser identificado con “garabatos” ofensivos o violentos, que no sirven y no tienen propósito alguno más que el de contaminar nuestras calles y molestar al espectador.
De acuerdo con Claudia, las críticas al graffiti se originan porque tradicionalmente ha sido utilizado por maras con el objetivo de delimitar territorios o, bien, declararse presente en algún sitio. “Sin embargo, a lo largo de los años hemos visto que el graffiti ha evolucionado hasta adquirir un nuevo sentido, el de una expresión artística”.
Con el objetivo de apoyar a la separación de arte y vandalismo en el mundo del graffiti se celebrará la séptima edición de la iniciativa Bonito mi Barrio. Este es un proyecto que nació con la finalidad de llevar color a las zonas grises de la Ciudad y fue originalmente promovido por un grupo de artistas con la ayuda de la administración cultural de 4 Grados Norte, razón por la que esta zona de la ciudad está llena de color y arte urbano.
En esta actividad participarán más de 75 artistas nacionales e internacionales como Pigmento Negro de Guatemala y Sermob proveniente de México. Ellos estarán en las zonas 4 y 1, además de La Terminal, donde se proporcionará un área libre y segura para darles color a los murales. Este festival de murales es el más grande de Guatemala y se llevará a cabo del próximo 11 al 13 de mayo en el Mercado de la Terminal, zona 4.
“El año pasado fue todo un éxito. Destacó la participación de Extra Crunchy, un dúo de artistas de Israel que combinan sus habilidades para crear arte visual multidimensional”, comentó Alejandra Sarti, parte del staff del proyecto.