Es el momento real, en el que se marca la gran diferencia entre el colegio y la universidad. Casi como una tortura, antes del pequeño receso para la Semana Santa. Los primeros exámenes parciales para muchos jóvenes de primer ingreso se vuelve una tortura. También existe un grupo que logra destacar.
Como una costumbre durante todo el período colegial, estudiar para los exámenes no es imprescindible. Lo malo de llegar a la universidad es que la mayoría se queda con la impresión que será igual de fácil.
¿Qué será? Muchos no pasan de la Semana Santa. Algunos catedráticos lo llaman “el filtro” casi como un chiste, a pesar que es la realidad. La fiesta, la emoción de conocer gente nueva y estar fuera de la casa provoca en algunos olvidar las tareas, además de dedicar horas al estudio.
Empecé mal desde que llegué
Carla, hoy estudiante de tercer semestre, hizo lo mismo que su grupo, tomar a la ligera las primeras cuatro semanas. Se imaginó que era el mismo sistema del colegio, en el cual no entregar una tarea no afectaría su zona y siguió con ese hábito.
Cuando llegó el tan nombrado primer parcial, se sorprendió que todo el examen de lenguaje, una de las clases que recibía, estaba elaborado con base en las tareas que el catedrático asignó. Al solo haber entregado una de seis, el resultado fue el esperado, un rotundo 2 de 15 puntos resaltaba junto a la casilla de su asignatura.
La situación no mejoró con otras clases. Cuatro, seis, tres y dos puntos de 15 en el resto de las clases la condenó a esforzarse más el resto del semestre para sacar adelante los cursos. Al hablar con su círculo de amigos de la universidad, la mayoría de ellos sacó notas parecidas y algunos ya consideraban dejar los estudios porque se dieron cuenta que “no era lo suyo”.
De 40 quedaron 25 al final del semestre. Para el siguiente ciclo solo eran 12. ¿Cuánto habría cambiado el simple hecho de sacar una nota alta en el primer parcial?
No lo tomes a la ligera, hay técnicas
Si estás en la misma situación que esta última historia, no te preocupes, existen soluciones para salvar el parcial. Solo hace falta un poco de estudio y confianza por unos cuantos días.
Toma nota que con el primer parcial te puedes facilitar el resto del semestre. Una buena calificación te permitirá despejar un poco la presión de los siguientes meses. Además, siempre está el catedrático que mira las notas y dice: “Ahora sí estudió” y puede que te quites otro peso de encima.
Designa horas de estudio. El simple hecho de repasar por una hora o dos es una gran ayuda antes de enfrentar cualquier examen. Con eso, estarás más tranquilo y por lo menos con una vaga idea de los temas.
Por último, utiliza los grupos a tu favor. Si planeas estudiar para tu parcial, no dudes en compartirlo con tus amigos, más de alguien querrá tomar seriamente la prueba y te apoyará para estudiar.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que el primer parcial provoca la salida de muchos estudiantes? ¿Te ha ido mal en alguna de estas pruebas?
Si te gustó este relato te recomiendo también: Sin registro no hay servicio.