El amor de Romeo por Trompita es añejo, ya que la historia empezó hace 50 años.
A Romeo López siempre le gustaron los animales, pero cuando era niño uno lo conquistó.
Él trabajaba en el circo de los Hermanos López, donde sus papás eran los dueños. Una tarde llegó una elefante hermosa a quien bautizarían con el nombre de Trompita.
Ellos crecieron juntos, pues él era un niño y Trompita era cachorra.
Ambos vivían dentro del circo, Romeo cuidaba de ella, que no le faltara la comida, que siempre tuviera agua, que no la lastimaran, era sin duda, la consentida.
Ellos vivieron 40 años en el circo. Trompita salía a escena con Romeo, que la mostraba sin hacerle daño.
Un día en el circo se tomó la decisión que Trompita fuera entregada al Zoológico La Aurora en el 2008, pues sufría de desnutrición y debían tratarla. Además, para que pudiera estar tranquila y que tuviera las mejores condiciones para vivir.
A Romeo le alegró, aunque al mismo tiempo causó un gran dolor en su corazón, pues ya no estarían juntos. Él entregó a su mejor amiga, a esa elefante que lo había visto crecer, llorar, reír, amar y vivir.
En el zoológico empezaron a ver que Trompita se mantenía triste, pero no estaba enferma ni tampoco le faltaba comida. A Romeo le contaron lo que pasaba y decidió visitarla, ella al verlo, se levantó muy contenta, su estado de ánimo cambió.
La elefanta empezó a jugar con él y cada vez que lo miraba se mostraba alegre y comía más.
Uno de los directivos del zoológico pudo observar el comportamiento que Romeo y Trompita tenían una conexión especial.
Los dos no podían estar separados, por lo que se le hizo una oferta a Romeo, para que trabajara en el zoológico y que allí cuidara de su amada elefanta.
Él aceptó y dejó su vida dentro de los circos porque amaba demasiado a Trompita. Cambió su vida para estar con ella.
Han pasado 10 años desde que sus vidas cambiaron y ambos están ahora en el Zoológica La Aurora.
En el mundo, los elefantes están en peligro de extinción, porque son cazados. En los países de África y Asia, los cazadores los matan para obtener el marfil de sus colmillos.
El principal mercado de marfil es en Asia, pues lo utilizan para hacer diferentes objetos.
“Con el marfil se hacen adornos, hace tiempo también se elaboraban bolas de billar y teclas de piano. Esos son lujos que no necesitamos y que dañan a los elefantes. Además, esos artefactos no sirven para vivir, por eso evita comprarlos”, expresó Manuel Agreda del Zoo La Aurora.
“Todos los animales son seres vivos y debemos cuidarlos”. Romeo López.
La elefanta ahora tiene una mejor calidad de vida dentro del zoológico. A diario la visita la veterinaria para controlar que esté bien y no le falte nada.
Trompita acaba de cumplir 57 años y Romeo ha estado presente en casi toda su vida, ambos han compartido muchos momentos y su relación solo se puede describir con una palabra “amor”.