Conocer Guatemala simplemente es algo increíble. Muchas veces pensamos que aquí no existen lugares únicos, lo que nos lleva a añorar los lugares turísticos de otros países. Pero, el adentrarse a la aventura te puede llevar a los lugares más remotos y maravillosos de nuestra querida Guate.
Tuve la oportunidad de viajar con mis amigos de Relato, Gaby y Christian ¿los conocen verdad? a la maravillosa Laguna de Lachuá en Cobán, Alta Verapaz, aproximadamente a 410 kilómetros de la ciudad capital. Te encontrarás en medio de la selva y tu único objetivo será ¡disfrutar del espejo del cielo!
Fue declarado Parque Nacional por el Gobierno de Guatemala en 1976. Posee una extensión de 14 mil 500 hectáreas. Su clima es típico de una selva tropical, con variedad de plantas impresionantes y árboles de maderas preciosas, claramente puedes observar que es el hábitat de un gran ecosistema. Jaguares, lagartos, tapires y otros animales salvajes, serán tus acompañantes durante la caminata de 4 kilómetros.
El camino es bastante amigable, no necesitas de una gran condición física, más bien solo debes de tener fuerza de voluntad. El recorrido se divide en dos paradas específicas, las cuales son: los miradores, en los primeros 2 kilómetros, en los que encontrarás el primero que marca la mitad del recorrido y es increíble para tomar fotos y descansar. Desde su muelle puedes observar el siguiente (créanme no está tan cerca), donde la diversión te espera.
El sonido de la selva, el agua cristalina y sus peces te dan la bienvenida. Al principio podrás percibir un olor singular, que es el aroma sulfúrico, lo que explica el origen del nombre de la laguna: “Lachuá”, derivado de las palabras kekchí “li chu há” cuyo significado es “agua fétida”.
No puedes irte sin nadar en sus aguas, podrás observar el fondo, pero siempre debes tener cuidado porque desde muchas partes te están ¡observando! Después de un gran día decidimos acampar. Los monos aulladores le dan la bienvenida al atardecer y la noche se hace presente.
Nosotros veníamos con más personas, lo cual hace de la velada única y divertida. Caminar en el muelle en medio de la noche, te demuestra que somos tan pequeños los seres humanos en un gran universo, solamente eres tú y tus pensamientos.
Lastimosamente, el clima no estuvo a favor, pero si logran viajar en verano, seguro podrán ver parte de la vía láctea, que es uno de los atractivos más esperados. Lachuá nos deja una gran enseñanza, la cual la puedo describir en: “Guatemala es nuestra y debemos cuidar y valorar cada rincón. No tenemos porque envidiar a otros países, solo hay que potenciar nuestros lugares para que el mundo los conozca y está en nosotros ser parte de ese cambio”.
Consejos:
Ir con amigos, se disfruta mejor el recorrido.
Acampa con las medidas de seguridad correspondientes.
Haz caso a los guías para no perderte en medio de la selva.
Lleva 4 litros de agua y alimentación. Y ¡por favor no tirar la basura en la selva!
No dejes alimentos.
Protege la laguna utilizando bloqueador biodegradable.
¡Lleva la mejor actitud!
¿Ya conoces la Laguna Lachuá? ¿Cuál ha sido tu experiencia? Y si aún no la conoces ¿estás listo para conocerla?