Al escuchar el nombre de algún país inmediatamente nos imaginamos el deporte que allí reina. Canchas o espacios en donde se forman generaciones completas en esa disciplina. Todo lo relacionamos con base a los éxitos que han sumado en su historia. El béisbol, básquetbol o también cuando hablamos del balompié. Cada rincón tiene su fortaleza. Claro, hay países que no practican ni chicha ni limonada.
Hace algunos días viajé al caribe, específicamente a República Dominicana. No imaginan lo gratificante que fue conocer decenas de canchas en donde niños, jóvenes y adultos practicaban béisbol, pero no todo fue brillante.
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Me sentí inútil
Muchas escuelas aún estaban impartiendo clases. El conductor del taxi nos comentó que es un país donde todos reciben educación. En efecto, sus índices son bastante alentadores y un alto porcentaje de población al menos cursó primaria, secundaria y diversificado.
Sin embargo, es una cultura que promueve mucho el deporte. Incluso en la ciudad llamada La Romana visitamos una plaza en donde han edificado varias esculturas en conmemoración a todos los bateadores nacionales que han destacado en las Grandes Ligas.
Pensé una y mil veces en lo poco que invertimos en nuestros atletas. Sí, existen espacios para practicar distintas disciplinas, pero no las suficientes para convertirnos en exportadores de talento.
Imaginé buscar espacios vacíos para construir campos de béisbol, fútbol, baloncesto, incluso para golf, un deporte que no cuenta con áreas públicas. Piscinas para los aficionados a la natación y así pasé a la frustración.
Acrobacia y yoga en un mismo deporte
La inversión
No hay ganancia sin inversión, dicen los expertos en negocios. Nunca he sido erudita en el tema de economía, números y demás, pero estoy segura que para convertir un chiquero en área deportiva se necesita plata, ahí comenzaron mis dudas.
En Guatemala necesitamos que las personas con poder adquisitivo se enfoquen en el deporte. Comiencen a habilitar rincones para que nuevos atletas se formen. Para que todos aquellos que estudiaron para ser entrenadores, críen nuevos grupos de personas que nos puedan representar.
Que cuando las personas extranjeras vengan, se asombren de lo mucho que hemos prosperado en el deporte y no que solo esperamos las migajas del Gobierno para comenzar a pensar en corredores, autopistas y demás.
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Apelando a la pasión
Más que un comentario con tono de regaño o para sentir lástima, quiero que este espacio se tome como una invitación para aquellos apasionados de cualquier disciplina. Quienes tienen un terreno abandonado o la capacidad de comprar uno. No es por ustedes, es por el desarrollo del país.
Erick Barrondo, Gisela Morales, Carlos Ruiz, Uriel Ruano…hay tantos personajes nacionales que hemos dejado en los libros de historia, en lugar de compartir su legado y recalcarlo en guatemaltecos que sueñan con llegar alto.
Necesitan nuestro empujón, nuestro aliento para seguir en la lucha y cumplir las metas que todos nos hemos trazado. Destacarnos en deportes… qué lindo sería ver que en todas las competencias internacionales vibramos con el mismo son, como fue en los Juegos Centroamericanos.
¿Quién se une a esta iniciativa? ¿Quién comenzará a abrir puertas? ¿Quién se suma a este sueño?
Foto de portada tomada de Pinterest