Delfido de León recuerda que de pequeño su madre lo enviaba a cosechar las manzanas y los nísperos que tenían en unos terrenos familiares en San Juan del Obispo. Los días que no había cosecha, lo enviaban a talleres de arte para ocupar su tiempo libre.
Tenía nueve años cuando descubrió que no le gustaba la carpintería ni la herrería. “Nunca me llamó la atención ni le encontré el gusto”, comentó.
A esa edad, lo enviaron a un taller de artesanías muy grande, en donde fabricaban coloridas aves y mariposas. Era el taller de Óscar Romero, a quien considera su mentor.
Desde ese momento, pasó los próximos 10 años trabajando en el taller mientras estudiaba y a la vez cosechaba las frutas en su época.
“Me gustó tanto que comencé mi propio taller con 17 personas fabricando pájaros que enviamos a México”, contó. Trabaja la cerámica en barro, se seca, la pone al sol, luego la coloca en el horno y pinta.
Al casarse, Delfido y su esposa se mudaron a Antigua Guatemala. Continuó con su trabajo y para una Cuaresma decidió poner a la venta sus creaciones.
“Abrimos el portón de la casa y comenzamos vendiendo arcas de Noé todos los fines de semana. Se comenzaron a vender rápidamente”, agregó.
Incluso, su hijo aprendió el arte de Delfido y un año realizó una pequeña procesión de cerámica, la cual se vendió de inmediato. De esa forma, la familia descubrió que tenía muchas oportunidades para vender sus artesanías.
“Comenzamos a vender mini andas procesionales, escudos de hermandades y cucuruchos de morado”, mencionó.
Las ventas de Cuaresma y Semana Santa son suficientes para que la familia se mantuviera durante todo el año. Pero a pesar del éxito que habían tenido, este año no fue como esperaban.
“Estaba preocupado y triste hasta que vino la exposición de los osos de la tolerancia United Buddy Bears”, comentó.
Delfido vio una oportunidad y fabricó una réplica de los osos, pero con características más chapinas, como vestidos de cucuruchos o con el uniforme del equipo de fútbol antigüeño.
Las imágenes se viralizaron al punto que, el día de la inauguración logró acercarse al embajador de Alemania y regalarle un oso cucurucho. El diplomático se sorprendió y admiró el trabajo veloz y exacto que había realizado.
Ese día, Delfido llevaba 22 osos, de los cuales, 16 regaló de pura emoción y el resto, lo vendió. Su creatividad lo llevó a ser contactado por los organizadores para un curso para niños antes de que la exposición se fuera de la ciudad colonial.
Delfido realizó osos de tamaño grande, miniatura (pintados y sin pintar), llaveros y aretes. Ahora, en su taller reciben pedidos de hasta 30 osos.
Los vende a precios accesibles para los turistas nacionales y extranjeros, que desean llevarse un recuerdo de esta exposición. El par de aretes cuesta Q10, los llaveros Q20 y los osos grandes a un precio de Q40.
“Antigua es tan rica cultural y tradicionalmente hablando. Nos adherimos a cada festividad que hay, como el día del Cristo Negro de Esquipulas, el Día del Cariño, el Día de la Madre o la quema del diablo”, comentó.
Delfido recuerda especialmente los aretes y las artesanías que realizó de la figura de la infame Diabla, que se dijo en su momento, que era una representación de la alcaldesa Susana Asencio.
“Es una lástima, porque si hubiera apoyo municipal para los artesanos, Antigua sería muy diferente en cuanto al nivel de vida de sus habitantes”, finalizó.
El artesano tiene el sueño de llevar sus creaciones a la ciudad capital para acompañar a los osos en su viaje por Guatemala.
Sin embargo, el Taller de Cerámica Colonial El Cucurucho, sigue abierto todos los días. Puedes visitarlo en la calle San Luquitas número 23 de Antigua o contactar a Delfido al teléfono 42207405, para envíos fuera del departamento.
Fotos: Delfido de León.