Una vino de Brasil a vivir a Guatemala hace ocho años, la otra planeaba salir de la casa de sus padres para buscar su independencia, hace tan solo dos.
Pero la necesidad de equipar sus espacios habitables las unió, ambas buscaban muebles, enseres para sus viviendas. Ninguna de las dos quería que su casa pareciera la de sus abuelos y tampoco disponían de mucho para equiparlas.
Así encontré MODUS
En 2016, Karla, a sus 22 años, iría a vivir sola, a un departamento por el que había pagado el enganche, con los ahorros de sus cuatro años de trabajo en una venta de equipo electrónico industrial.
Para acompañar su mesa de comedor había escogido las sillas de diseñador llamadas Tolix, diseñada en 1934 por el francés Xavier Pauchard. Tras buscar en varias tiendas y comparar precios decidió abandonar la idea.
“Tenía que invertir casi Q10 mil solo para comprar las diez sillas de mi comedor”. Karla
Pero una tarde de domingo, mientras scrolleaba por FB se topó con una publicación bastante extraña. Una venta de muebles y la foto de la silla similar a la “Tolix”.
“Me dio curiosidad, era un negocio bastante raro, y la silla costaba una cuarta parte de lo que valía en las ventas que había visitado”. Karla.
Así nació Modus
La razón en el precio de la silla, tenía su propia historia. Era la historia de Graziela y su llegada a Guatemala.
Vino a Guatemala hace ocho años para establecerse. Tras buscar en las diferentes tiendas de muebles se topó con dos realidades, todo era caro y demasiado tradicional.
Sofás inmensos con madera tallada, mesas pesadas, camastrones de cedro con motivos florales no eran una opción para Graziela. “Todo era muy tradicional y había poca innovación”.
Frustrada y sin ánimo de rendirse comenzó una búsqueda en la web. Así trajo sus muebles y vio una oportunidad de negocio.
“Traje lo mío y un poco para ver cómo se vendía”. Graziela
Su primer embarque fue de sillas. Todas de buena calidad y bajo costo. Debía comprar algo que fuera fácil de vender y las sillas sirven para varias cosas, oficina, hogar o negocio.
El primer embarque fue todo un éxito. Una selección de sillas modernas, durables y en colores variados atrajo la atención de muchos. “Se vendieron rápido y vimos que había un buen mercado para muebles”.
Con la visión de bajar costos para sus posibles clientes siguió en la búsqueda de más productos. Así amplió la oferta y se aventuró a comprar otro tipo de enseres.
De sillas a lámparas
El éxito de la venta de sillas la animó a expandir el negocio. Ahora los viajes al extranjero, China y Europa primordialmente, serían para buscar las nuevas tendencias en diseño de muebles.
Sofás y equipo de oficina, que se venden en el primer mundo, llegaron a Guatemala a precios accesibles. “En la página damos las medidas y colores para que los clientes puedan hacerse una idea antes de venir a verlos a la tienda”.
En 2017, Modus incursionó en el tema de lámparas, accesorios para el hogar y la oficina, a precios más bajos que en otras tiendas y surte a todo el país.
Hoy, desde el 8º nivel de su edificio en zona 15, Karla tiene el comedor que siempre quiso. Mientras que en la Calzada Atanasio Tzul, Graziela Gimenes ha fincado un negocio que partió de una necesidad “muebles buenos, variados y listos para entregar”.