Cada cuatro años el país se llena de anuncios de colores, de promesas esperanzadoras. Un grupo de hombres y mujeres aparece con la posible solución a los problemas, esos que desde hace años nadie ha solucionado; aparecen con sus cancioncitas pegajosas, con sus logos de colores y con toda la “voluntad” para querer cambiar el país.
Unos ofrecen seguridad; otros, trabajo; y así, uno a uno se presentan con la esperanza de ganar la contienda y con la seguridad de que pueden llegar al poder. Pero otro es el panorama que se vive para quienes votan, pues lejos de los escenarios y los eventos, los ciudadanos buscan “al menos peor”, como dice Rocío Díaz, quien lo hará por primera vez.
En Guatemala se proyectan unos 500 mil jóvenes, entre 18 y 30 años, menos que en las elecciones de 2015. Los porcentajes de participación de este grupo en ese año representaban el 33 por ciento del padrón electoral.
En septiembre del año pasado, Rocío cumplió la mayoría de edad y quienes la motivaron a empadronarse fueron sus familiares. Pero a pocos días de que se lleven a cabo las elecciones, aún no sabe por quién votar.
“No me siento emocionada ni nada, creo que los políticos son todos una porquería. Aparte, creo que no hay suficiente información sobre los otros puestos (diputados y Parlacen) para saber por quién votar”, cuenta Rocío.
Nicolás González será la primera vez que vote, luego de 33 años de no hacerlo. “No lo hacía porque los políticos solo se acuerdan de uno cada cuatro años; luego… Si te vi, no me acuerdo. A mí no me preocupan las elecciones, me preocupa no saber por quién votar porque no hay ninguno que me convenza”, señala.
Según el TSE, en el rango de 18 a 25 años hay 271 mil 723 jóvenes menos, en comparación con el registro de votantes utilizado en las elecciones generales de 2015.
“Voto ahora porque quiero darle un ejemplo a mis hijos, porque pienso que sí se puede hacer un cambio. Al final, creo que al estar frente a la urna votaré por el menos peor”, opina Nicolás.
Hay un millón 200 mil 202 personas empadronadas, de entre 18 a 25 años. Según el Tribunal Supremo Electoral, estos representan el 15 por ciento del total del padrón.
Como Rocío y Nicolás, muchas son las personas que votarán por primera vez. La mayoría de ellas aún no saben por quién votar y solo muy pocos tienen definido su sufragio. “Conozco un poco de los candidatos por las redes sociales o porque mi familia ve los debates, pero creo que mi primera vez que vote lo haré por el menos peor”, afirma Rocío.