“De la crisis nadie sale igual que antes”.
La pandemia mundial del COVID-19 nos ha cambiado la vida a todos y aunque nos quedemos #EnCasa para poder evitar la propagación del virus, nuestra salud mental sufre las consecuencias del encierro, el miedo y la incertidumbre. Muchos podemos experimentar ansiedad, dificultades para dormir, irritabilidad y tristeza. Por ello, la Clínica Psicológica Onírica viene con una respuesta a la emergencia psicológica que vivimos cada uno en nuestro entorno particular.
¿De qué se trata?
Onírica ofrece un programa de intervención en crisis, que a diferencia de un proceso más profundo de psicoterapia, se enfoca en minimizar la angustia y procesar todas las emociones que podemos presentar durante esta crisis, evitando así que la misma nos afecte más, a largo plazo. Es un acompañamiento de 12 sesiones de 45 minutos cada una, con un costo de Q150 la sesión. Sin embargo, el número y la frecuencia semanal de sesiones depende de la necesidad del cliente.
El proyecto surge al considerar la situación actual de los guatemaltecos, que no están en la posición económica o emocional para empezar un proceso de terapia. Su corta duración pretende responder al momento presente, al ahora y a los sentimientos de angustia y estrés generados por la crisis actual, para ayudar a las personas a trascender ese malestar al desarrollar habilidades que le servirán a futuro.
Algunos de los temas a tratar en el programa son el temor al contagio, los sentimientos de culpa, las preocupaciones económicas, la motivación, la esperanza, el miedo a la muerte, el duelo, las estrategias de afrontamiento, la adaptación a la nueva rutina, la autocompasión, las dinámicas familiares, las fortalezas personales y las emociones que parecen negativas, pero son positivas en las crisis. Aparte de cualquier temática que la persona traiga a su propio espacio.
El programa es apto tanto para las personas que nunca han tenido experiencia con un psicólogo o psicóloga, como para personas que adicional a su terapia en curso buscan apoyo para lidiar con la situación específica que vivan a raíz de la crisis del COVID-19. Además, buscan expandir el programa no solo a las personas que están en cuarentena en sus hogares, sino también a las contagiadas con COVID-19 que hayan experimentado el aislamiento en centros hospitalarios, así como sus familiares, los médicos y todas aquellas que trabajan todos los días en “primera fila” para servirle a la población que guarda cuarentena. Las profesionales a cargo del programa buscan “formarse e informarse” para ayudar de la mejor manera a todas las personas que soliciten la ayuda psicológica.
La crisis del COVID-19 nos ha cambiado la vida a todos, nos ha obligado a hacer reajustes económicos, a enfrentarnos a varias emociones negativas que no dejan de ser adaptativas para la situación, a reflexionar acerca de nuestras metas, a perder muchas cosas, a establecer límites entre las familias, a aprender a generar nuestros propios espacios y reinventarnos, tomando en cuenta las restricciones con las que estamos viviendo. Asimismo, nos hemos dado cuenta de que no podemos exigirnos tanto, que inevitablemente el estrés de vivir una crisis nos cansa y no podemos ser tan productivos como en otros momentos, a descubrir la autocompasión.
Debido a esto es necesario priorizar nuestra salud mental, permitirnos un acompañamiento para encontrarle un sentido nuevo a la vida y aceptar nuestras emociones. Al final, cada uno vive la crisis de manera distinta, no hay una forma buena o mala de hacerlo, pero las crisis tienen el poder de transformarnos, de darnos herramientas que no sabíamos que teníamos o de adquirir la capacidad de pasar por ella sin derrumbarnos emocionalmente.
Si deseas conocer más de este programa puedes pedir información en:
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“El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo”. -Antoine de Saint-Exupéry