El diputado Álvaro Arzú Escobar, quien fue dos veces presidente del Congreso de la República, calificó de “populista” la propuesta de la diputada Vicenta Jerónimo, del Movimiento de Liberación de los Pueblos (MLP), que busca intentar frenar los beneficios alimenticios a favor de los parlamentarios.
El hijo del exalcalde citadino, quien heredó parte del poder político de su progenitor, rechazó la propuesta de la legisladora; argumentó que son almuerzos que se dan en el marco de su labor legislativa y en reuniones de trabajo.
Claramente, Arzú es un hijo de papi acostumbrado a servirse del pueblo; durante su directiva se gestionaron seguros médicos para los diputados, lo que suponía un desembolso de Q13 millones, los cuales pagaríamos usted y todos los contribuyentes a costillas de nuestros impuestos.
El beneficio incluía un seguro de vida por Q750 mil y gastos médicos por Q2.5 millones con cobertura en el extranjero. Vale la pena reflexionar alrededor de las razones de estos beneficios. Los diputados pertenecen a un selecto grupo elitista con ingresos muy superiores a la media (alrededor de Q29 mil y a esto súmele entre Q10 mil y Q20 mil cuando integran la Junta Directiva, comisiones o salas de trabajo).
En ese contexto. la pregunta es: ¿Por qué debemos pagar almuerzos y gustos a los diputados que perciben ingresos en los rangos de entre los Q29 mil y Q45 mil? ¿No es suficiente el salario que reciben? En el Estado es muy normal ver cómo los altos funcionarios son los que reciben mayores beneficios: celular, combustible, derecho a un espacio de estacionamiento, entre otras, mientras que los empleados de menor rango deben costear esos gastos.
Tabletas y celulares
En 2018, también durante la presidencia de Arzú Escobar, el Congreso adjudicó un contrato que superaba los Q8 millones para dotar a los diputados y otros funcionarios para dotarlos de celulares de alta gama y tabletas. La adjudicación fue colgada en Guatecompras.gt bajo el NOG 7864779.
Una investigación del diario elPeriódico denunciaba la “dolce vita” que se dan algunos diputados en alimentación que desde luego costean con fondos del Congreso. En mayo de 2019 un grupo de diputados, desde luego Arzú Escobar incluido, encargaron un almuerzo a un restaurante de comida española. Para ello desembolsaron Q980.00.
En ese orden de ideas merece la pena preguntarse: ¿Por qué no costean estos lujos de sus bolsillos? ¿Por qué además de un salario más que generoso debemos costear sus alimentos, tabletas, seguros de vida, parqueos, etcétera?
La reacción de Arzú Escobar fue la esperada, descalificar a la diputada Jerónimo y decir que con esas medidas “no se solucionarán” los problemas del país. La respuesta del hijo del cacique sí que fue populista, pero dejó clara su postura: seguirá viviendo de las costillas del pueblo tal cual su padre bebió de la teta de la loba por más de dos décadas.