Todas tus decisiones en la vida cuentan. Suman o restan dependiendo del impacto que ejercen en tu vida. Independiente al nivel de salud que tengas actualmente, puedes hacer pequeños cambios con gran impacto que te permitirán tener más energía y vivir plenamente.
La salud depende de varios factores y muchas veces nos enfocamos en uno en particular y desentendemos otro, lo que causa que no se logre alcanzar el equilibrio. “Comer, moverse y dormir” son tres componentes básicos que se conectan entre sí. Al hacer cambios pequeños y constantes, pero sostenibles en el tiempo, los resultados de esta ecuación te permitirán optimizar tu vida, tu tiempo, tu creatividad, acercándote aún más a tu mejor versión.
Los siguientes consejos te ayudarán a balancear esta importante ecuación:
COMER
Olvídate de las dietas de moda para siempre: piensa mejor en una alimentación saludable y balanceada, que sea sostenible a largo plazo, en la cual eres consciente de hacer tres comidas al día y dos snacks (de ser necesario), pero con alimentos ricos en nutrientes y de calidad.
Jamás te saltes una comida, esto causa que acumules hambre para la siguiente comida y lo más probable es que no se te antoje comer lechuga. Tu cuerpo va a pedir grasa y azúcar, pues es la fuente más rápida y alta de energía que le puede dar a tu organismo.
Empieza tu día con un desayuno balanceado. Evita los cereales y comer solo fruta, mejor elije huevo, un lácteo, pan integral o frijoles, incluso grasas saludables en pequeñas porciones como aguacate o mantequilla de maní.
Sustituye los alimentos procesados (todo lo que viene en paquete). También, aquellos que son altos en sal y azúcar, por los frescos como las frutas, verduras, legumbres y grasas saludables.
Muchas veces comemos por estrés, por lo que aprender a manejarlo es clave. Una excelente forma de hacerlo es manteniéndose físicamente activo.
MUÉVETE
Que la inactividad se vuelva tu enemigo. Ir al gimnasio 3 veces por semana 1 hora no es suficiente. Actualmente, pasamos más tiempo sentados (9.3 horas promedio) que durmiendo. El cuerpo no fue diseñado para estar quieto, hacer dieta más un poco de ejercicio no contrarresta todos los daños de no moverse. Lo que te va a mantener saludable es ser activo a lo largo del día. Evita estar sentada largos períodos, usa las gradas en vez del ascensor, parquee lo más lejos posible de la entrada de tu destino para moverte más, saca a caminar a tu perro (que también ama pasear).
Si tu trabajo requiere estar en una silla la mayor parte del tiempo, es recomendable tomar recesos de 2 minutos cada 20 minutos, donde uno se debe parar, estirar y moverse un poco. Y contrario a lo que se puede pensar esta técnica también ayuda a que los períodos de trabajo sean de mayor productividad, es un descanso para el cerebro.
Medir la cantidad de actividad física que se tiene es clave. Una forma práctica de hacerlo es contando los pasos que damos a diario, información que podemos obtener ya sea con un reloj (ej: Fitbit, iWatch) y distintas aplicaciones del celular. ¿Sabías que dar menos de 5 mil pasos es considerado ser sedentario? Intenta aumentar este número al doble dejando el carro más lejos de lo usual, usando las gradas en vez del elevador y las gradas eléctricas.
Al estar más activo y con una alimentación libre de alimentos que no te aportan más que calorías vacías y exceso de azúcar, automáticamente la calidad de sueño mejora.
DORMIR
Duerme más para poder rendir mejor. Quítate esa idea que dormir es una pérdida de tu tiempo. Una hora menos de dormir no equivale a una hora más de trabajo. Al contrario, dormir menos hace menos eficaz tu desempeño por la sencilla razón que estás cansado y esto interfiere con poder desempeñarte al máximo (física y mentalmente). Evita que la falta de sueño te vuelva más lento. Prioriza tus 7-8 horas de sueño nocturno. Si no estás acostumbrada a dormir temprano, cada noche empieza tu rutina de sueño 10 minutos antes cada día hasta que logres alcanzar tu meta.
Por otro lado, varios estudios sugieren que dormir adecuadamente (calidad y cantidad) promueven un mejor funcionamiento del sistema inmune. Esto se traduce a menor probabilidad de contagiar resfriados y otras enfermedades comunes que impiden que uno se sienta de forma óptima para funcionar en el día a día.
Como pueden ver, los tres factores están conectados entre sí y por eso es fundamental darles la misma atención e importancia.
Esta es una pequeña reseña de los primeros capítulos del libro EAT, MOVE, SLEEP de Tom Rath. El objetivo del autor es mostrar al lector algunos ejemplos de decisiones diarias que pueden estar interfiriendo con optimizar tu máximo potencial físico e incluso mental.
Este libro es una de las bases que dio origen al proyecto en el que actualmente trabajo, llamado FFITT Health, creado por el doctor en fisioterapia, Efosa Guobadia. El mantra que nos guía con nuestros pacientes es “explore your FFITT” que se traduce en guiar a nuestros pacientes a explorar qué les funciona, que no y cómo pueden mejorar para optimizar la vida a través de estos tres pilares. Mi objetivo de escribir esta reseña es invitarlos a que exploren diferentes aspectos de su vida, por medio de consejos sencillos, para aportar una dieta de calidad, moverse más y dormir mucho mejor.