Me duele verte en una fotografía y saber que no sonreirás más.
Me duele pensar en el dolor de tus padres, me duele su angustia.
Me duele el país donde te tocó nacer: desigual, pobre, corrupto y egoísta.
Todos dirán que fue responsabilidad de quienes te llevaron a ese lugar, en busca de un sueño.
¿Por qué desear lo mejor para nuestros hijos debería ser algo condenable?
Ser migrante es tener sueños, querer algo mejor.
Ser migrante es buscar mejores oportunidades, aunque esto sea una mentira y una trampa de muerte.
Me duele tu rostro, niño migrante.
Caminante, sediento, sucio y molesto. Me duelen las razones por las que estás allí.
Estás en ese camino porque naciste en una familia pobre, porque no tuvieron acceso a educación.
Niño migrante, eres víctima de la corrupción.
Eres víctima de quienes votan por querer un puesto de gobierno.
Eres víctima de los políticos corruptos.
Vas caminando, niño migrante, sin saber tu rumbo ni tu suerte.
Confías en el sueño de los demás, pero… ¿Es el tuyo?
Niño migrante, regresa, tu partida nos duele. Nos duelen tus carencias, nos duelen tus enfermedades, nos duele tu sufrimiento.
Niño migrante, espera, quizá mañana este país sea mejor.
