Suena extremista este titular, sí. Pero ya estoy harta de que el mundo que me rodea sea hostil. Que el día de la mujer, por ejemplo, esté lleno de tanta hipocresía.
Flores, listoncitos lilas, recuerdos, mensajes de amor y ánimo llegaron a mi vista en la conmemoración del día internacional de la mujer. Hipocresía, un canje mercadológico, un día del cariño y no de lucha.
Estoy harta de vivir en una sociedad donde las mujeres tenemos la culpa de ser violentadas. Que si nos chiflan en la calle habría que evaluar cómo andaba vestida, que si a alguien la violó seguramente era una borracha que se puso en riesgo, que si apareció muerta seguramente en algo andaba metida.
Siempre lo más fácil es creerle a las circunstancias imaginarias que creerle a la víctima. Las mujeres debemos soportar muchos comentarios en las redes sociales y memes que empodera a la sociedad misógina en la que vivimos.
Revisé cada mensaje que dejaron los internautas en las notas de la muerte de Catherne Shaw y es lamentable ver que nosotras mismas no nos protegemos. “¿No será que se fue con un ligue?” se preguntaba alguien. Ahora yo le pregunto a ella: ¿Será justo que ese ligue le hiciera eso?
Otro argumentaba que seguramente en la autopsia iban a determinar que tenía alguna droga.
Estoy harta de vivir en este lugar, donde las mujeres siempre tendremos la culpa. Tengo dos hijas y cualesquiera que fuera su situación no quisiera que les pasara algo así.
Vivo en el país que odia a las mujeres, lo digo sin ningún sentimiento extremista. Lo digo con sinceridad. Quizá piensen que soy exagerada, pero aquí estamos acostumbrados a pensar que lo único que nos hace felices es que nos lleven flores.
Constantemente llegan a mi Whatsaap memes que nos quieren hacer pensar que somos mejores que los hombres. Ridículo, simplemente somos diferentes y queremos igualdad de derechos.
No aceptemos cadenas, no aceptemos más chistes machistas en la mesa de nuestra casa. De nadie, por favor.