La diabetes es una enfermedad en la cual el cuerpo no puede regular el azúcar en la sangre, llamada glucosa, manteniendo sus niveles altos. El exceso de glucosa en la sangre puede dañar los ojos, los riñones y los nervios; puede causar enfermedades del corazón, derrames cerebrales e incluso la muerte. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que 1.5 millones de guatemaltecos padecen esta enfermedad.
Existen dos tipos de diabetes: tipo 1 y tipo 2. Ambos casos tienen en común que quienes las padecen tienen niveles altos de azúcar en la sangre, algo que compromete la salud de las personas.
En la diabetes tipo 1, también llamada juvenil o dependiente de insulina, el páncreas no es capaz de producir insulina, hormona que permite al organismo utilizar la glucosa de la dieta y convertirla en energía para todos los procesos de nuestro cuerpo. Usualmente se desarrolla en la infancia, aunque puede aparecer en otras etapas de la vida, y parte del tratamiento incluye inyectarse insulina a diario.
La diabetes tipo 2 es conocida también como la diabetes no insulinodependiente. Las personas que la padecen producen muy poca insulina o su cuerpo no la puede utilizar. Su tratamiento incluye medicamentos por vía oral que mejoran la sensibilidad a la insulina en los tejidos, como el músculo y el hígado y así regular de forma más eficaz la glucosa sanguínea. En el pasado era exclusiva de adultos; sin embargo, el diagnóstico en personas más jóvenes, particularmente adolescentes, se ha visto en aumento. Generalmente ocurre en pacientes con sobrepeso, pero no es el único factor de riesgo. Ser sedentario, tener malos hábitos alimenticios, dormir menos de siete horas y tener familiares con diabetes son otros factores que aumentan el riesgo de desarrollar dicha enfermedad.
SIETE MANERAs de prevenir esta enfermedad
Actualmente no existe una cura para la diabetes y por eso es tan importante prevenirla. A continuación listo siete formas de disminuir el riesgo de padecer esta dolencia:
- Mantener una presión arterial saludable, un factor que afecta directamente sobre el sistema circulatorio y los riñones.
- Mantener niveles de colesterol total bajos para evitar obstrucción de arterias que pueden provocar infarto de corazón y accidente cerebrovascular (derrames).
- Reducir la ingesta de azúcar refinada. No significa necesariamente eliminarla por completo, aunque hacerlo no es una idea tan descabellada. Un buen inicio es evitar bebidas con altos contenidos de azúcar agregada como gaseosas, bebidas deportivas rehidratantes, bebidas energéticas, jugos, té frío y optar por tomar agua pura.
- Mantenerse activo es una de las armas más poderosas contra la diabetes (y otras enfermedades). Ayuda a mantener un peso saludable pero también a que el músculo, involucrado en el metabolismo de la azúcar en la sangre, funcione de manera óptima.
- Tener una dieta balanceada. No se trata de lechuga y pollo cocido todos los días, tampoco comer comida rápida todas las semanas. Recomiendo tres frutas y tres porciones de verduras al día, pocas harinas refinadas, más alimentos altos en fibra (frijoles, garbanzos, avena, harinas integrales), grasas saludables en moderación (aguacate, semillas) y proteínas bajas en grasa. Para más consejos sobre una dieta balanceada, presione aquí.
- Mantener un peso corporal saludable. Eliminar el exceso de peso reduce la carga en el corazón, los pulmones y las articulaciones. También puede ayudar a mantener su presión arterial en un rango saludable.
- Dejar de fumar, ya que el cigarro aumenta el riesgo de enfermedades del corazón.
Es recomendado autoevaluarse y si sospecha que padece o podría padecer de diabetes, consulte con su médico de cabecera, quien puede referirlo con una nutricionista o un endocrinólogo.