“Julia eres una chica buena”, solía decir el entrenador a una de sus víctimas. Su perfil no encajaba dentro de un agresor sexual, era un chico que cuidaba su imagen, amable, carismático y respetuoso.
La clave para ganarse la confianza de sus víctimas era su paciencia, en el testimonio de una de ellas cuenta que, incluso, le llevó años convencerla para que aceptara que fuera su entrenador. Él prestaba servicios privados a un gimnasio en Panajachel, es decir, no trabajaba directamente con ellos, quienes querían entrenarse bajo su supervisión debían pagar Q600 más del costo mensual del gimnasio.
“Él era el tipo de chico que no salía mucho de fiesta. Trabajaba duro. Se acostaba temprano para levantarse en la madrugada. Comía bien. No tomaba drogas, tenía una novia bella en los Estados Unidos” así lo describe Julia, la víctima que compartió en un blog la dura de su abuso. Su relato se volvió viral en redes sociales.
“Sentía respeto por él” continúa su testimonio. Otra de las víctimas coincide con Julia, era una persona que no la trataba por su nombre sino por su título profesional y era respetuoso.
También daba la pauta de ser un buen hijo: “Mi mamá luchó y trabajó duro cuando éramos niños. Éramos muy pobres, lavaba ropa. Ahora yo la cuido, ella se lo merece”, solía decir.
Entre todo, el entrenador mostraba un poco de vulnerabilidad y baja autoestima cuando hablaba de sus hermanos. Contaba que le decían cosas como “algún día tenés que encontrar un trabajo más profesional”. Muchas veces sentía que sus hermanos eran más exitosos que él.
Y es posible que su entorno estuviera rodeado de personas con más éxito que él. Su mejor amigo era médico y su circulo social eran chicos emprendedores que hacían fiestas en casas lujosas alrededor del lago.
Sin embargo, el entrenador no mostraba ningún signo de ser un abusador mas bien su perfil encajaba muy bien en el de un buen chico, incluso, un buen partido.
“Julia, eres una buena chica” le decía cuando hablaban de la organización que ella fundó en Guatemala. “Me contó que él tenía un programa de fútbol para niños pobres en el pueblo. Me mostró fotos. Compartíamos la misma pasión de ayudar y apoyar a la comunidad” relata la víctima.
El hombre amable, carismático y saludable resultó ser un agresor sexual. Actualmente hay dos víctimas que han puesto una denuncia en su caso. Se saben de dos más que no quieren contar su testimonio ante las autoridades.
Su nombre no ha salido a la luz, los investigadores tienen en reserva el caso, lo único que se sabe es que esta semana giraron orden de captura en su contra y que se han hecho varias allanamientos.