Las niñas se emocionan, han visto eso en la televisión, programas, series, telenovelas y hasta noticieros repiten incansablemente escenas donde a las niñas pequeñas las visten con ropa de mujer adulta sexi y las maquillan, siguiendo el standard de que debe prevalecer la belleza física, alguna vez se han detenido a pensar ¿qué siente una niña al ver que no gana un reinado? muchas se sienten feas, entran en depresión, y es que los adultos no sabemos tener el criterio para evitar u oponernos a algunas cosas, también hay muchas madres que se emocionan más que las hijas y son ellas quienes las inscriben en concursos, queriendo cumplir un sueño que quizá ellas mismas de pequeñas no lograron, lo cual no es correcto porque cada niña es diferente.
No es que esté mal que participen, lo malo es que las hacen competir y no se hace en el contexto de su edad, este ejercicio debería de enfocarse de manera que el premio no sea el reinado sino que disfruten, compartan y reconozcan su valor como niñas, mujeres, como personas. Pero ante todo esto, nunca he entendido la relación que tiene un concurso de belleza en el marco de actividades culturales y menos del mes patrio.
Las actividades culturales sirven para transmitir una tradición de generación en generación, sobre todo tradiciones que den identidad e identifiquen a determinada región, pueblo, ciudad o país.
Preocupa porque estamos heredando malas prácticas que cada vez nos alejan de nuestra identidad como guatemaltecos. Desde escuelas, colegios, municipalidades y otras instituciones repiten la mala forma de hacer estos concursos de belleza en niñas y en niños, como parte de actividades culturales del país.
Invito a directores de centros educativos, a maestros, a padres de familia a darle un giro a estas actividades mal llamadas culturales, y realizar proyectos que edifiquen más, a apoyar a sus hijos para que conozcan sobre personajes destacados de su región, historia, música, bailes representativos, literatura, platillos típicos y tantas riquezas que tenemos en el imaginario nacional.
También invito a que si realizan este tipo de concursos les den un giro, que no sea una competencia, menos salgan bailando las niñas maquilladas y con poca ropa, la niñez es la etapa más hermosa del ser humano, los adultos debemos hacer que las niñas y niños la disfruten al máximo.