Me encanta ver a las madres amamantar a sus hijos sin ningún prejuicio en cualquier espacio público. Me encanta tanto que me acerco a ellas y las felicito mientras les doy una palmadita en la espalda.
Senos o pechos, su nombre varía según el país, en Guatemala es la “chiche” y en España es la “teta” y así alrededor del mundo han adoptado distintos nombres.
Pero para mí la palabra más linda para llamar a este pedazo de nuestro cuerpo es: mama, sin tilde. De acuerdo a algunas fuentes documentales la palabra viene de la misma boca de los bebés cuando llamaban a sus madres para que los amamantaran. “Mama” sin tilde se conjuga con: mamar, amar, amamantar.
Pensar, entonces, en esto es algo hermoso y no debería tener ninguna connotación sexual ver a una madre que da de comer a su hijo de sus pechos. Quitar de nuestra cabeza que este acto tiene un componente erótico es un reto y sin duda es un prejuicio que no solo lo tiene la sociedad sino las mismas madres en la cabeza.
También un prejuicio que tiene una connotación de doble moral, aceptamos los escotes en la publicidad, de las modelos de los centros comerciales pero cuando se trata de alimentar a un bebé no lo toleran y le dan herramientas para que se tapen o se escondan.
La sexualización de nuestros pechos
Claro está que los pechos, además de la lactancia, tienen una función eminentemente sexual. Es decir, son un órgano sexual con un papel estelar en la atracción y la intimidad entre las parejas.
Pero, para su información les cuento que las mujeres no sentimos placer sexual de ningún tipo cuando amamantamos, el acto en sí no está relacionado con nada erótico ni parecido. Por esa razón ¿Por qué debería de ser marginado? ¿Por qué nos mandan a amamantar en cabinas claustrofóbicas cuando salimos de paseo?.
En 2016 en República Dominicana se hizo una encuesta a hombres, que incluían solteros y casados, la encuesta arrojó que más del 97% de los hombres veían como natural y sin ningún prejuicio que una madre amamantara a su hijo en público.
No se si la estadística coincidiría en Guatemala, pero esto nos da una luz que los temores y la pena pueda estar en la cabeza de nosotras mismas.
La foto de este blog causó conmoción en las redes sociales, mientras algunos se burlaban con la frase “madre luchona” otros se escandalizaban porque la niña mostraba el pecho al aire.
Los niños imitan las cosas buenas y malas, en este caso la niña imitó algo bueno y hermoso aunque la sociedad se escandalice.