La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres -CONRED- llegó tarde a la catástrofe, no se necesita ser experto para asegurarlo. Esta tragedia se pudo evitar con un poco de sentido común y de precaución.
“A las 8 de la mañana vinieron a tomar fotos” dijo un vecino indignado mientras se preguntaba por qué nadie dio la orden de desalojar. ¿Por qué no sacaron a la gente?, se preguntaba en un vídeo que se viralizó, mientras lamentaba la pérdida de una parte de su familia.
La fuerza y la furia del volcán no mataron a estas personas. Fue la pobreza y las circunstancias que los llevaron a vivir a una zona de riesgos, también los mató el sistema fallido en el que vivimos, porque fueron víctimas de la desigualdad y la corrupción del sistema.
Aunado a todo lo que estamos viviendo, hay una cadena que está rondando por todas las redes sociales: Guatemala no necesita crítica a las autoridades, se lee, mientras llama a la solidaridad de la población para que sigan colaborando y ayudando con los que sufren.
Me indigna que llamen a la solidaridad a costa de nuestro silencio, que quieran ensordecer más a un pueblo que ha callado por años y que lo único que pretenden es que las autoridades sigan viviendo de la ignorancia de su pueblo.
Ahora es cuando más críticos debemos ser, no podemos dejar de indignarnos mientras vemos a un presidente que se gasta miles de quetzales en lujos y luego sale a decir en cámaras que no hay dinero para atender la emergencia.
Tampoco es justo callar a un pueblo cuando el Congreso quiere aprovecharse de la circunstancia y manipular a su antojo la Ley de Financiamiento Electoral y la Ley de Aceptación de Cargos.
¿Callar?, cuando la CONRED, por años, se ha dedicado a levantar muertos y a dar la cara solo para informar que no hay dinero, que no pudieron asistir la tragedia y que son una institución ineficiente.
¿Qué necesitamos Guatemala para despertar? Otra tragedia como la de las niñas en el Hogar Seguro, otro deslave como el del Cambray, esperar que otro invierno haga desastres y las instituciones del estado se dediquen a recoger cadáveres cada vez que sucede algo así.
¿Cuál será la tragedia que nos hará despertar y dejar de ser tan conformistas?.
La tarea de todos ahora es ser solidarios pero no dejar de ser críticos. La crítica es discernir, analizar y examina la situación. Solo así dejaremos de ser el estado fallido en el que nos hemos convertido.