Hace unos días regresando hacia Guatemala, aprovechando la oportunidad de conectarme en una escala luego de un vuelo de 20 horas, me sorprendió encontrar un video en Redes Sociales que estaba ganando mucho viralidad y se trataba de una persona expresando su inconformidad hacia el Presidente de la nación Jimmy Morales, con la peculiaridad que hacia uso de un lenguaje claramente enfocado en ofender a nivel personal llegando al nivel de insultar.
Los datos reflejan que el tema y el video ha logrado mucha visibilidad y un alcance de más de un millón de personas, y es que cientos de guatemaltecos no están satisfechos con la situación del país y creen que compartiendo este tipo de mensajes o asumiendo similares actitudes mejorarán en algo lo que hoy ocurre.
Lo cierto es que los resultados de estas acciones son nulos (a nivel de beneficios para la nación) y nuevamente esto demuestra el profundo desconocimiento del ciudadano para comprender el funcionamiento de un gobierno. Lejanas están las épocas en que un presidente tenía el poder de tomar las decisiones importantes para un país. Estamos en una época de tantos cambios que no notamos como la figura del presidente ha pasado a tener un papel secundario a nivel de decisiones de país. Es un tema ampliamente documentado, investigado y presentado. El prestigioso analista internacional, columnista de El País y ex Director del Banco Mundial, Moíses Naím, lo aborda en su celebre ensayo “El fin del poder” donde simplemente se llega a la conclusión que el poder ya no es lo que era.
Con estas actitudes nos acercamos peligrosamente a enfocarnos en cosas sin importancia cuando en realidad los temas que son críticos siguen sin ninguna respuesta clara de parte, no solo del Presidente de nuestra nación, sino de todos los líderes a nivel mundial.
¿Cuáles son los problemas importantes en el país y en el mundo?
Por paradójico que parezca hoy los seres humanos contamos con los máximo niveles de conocimiento y desarrollo para saber cuales son los problemas importantes que nos aquejan y sin embargo no tenemos respuestas claras para afrontarlos, y esto es nuevamente porque hoy ni un líder de gobierno ni el empresario más poderoso tienen el suficiente poder para darles solución o atenderlos por que les exigimos (a ellos) tiempo en otras cosas que en realidad son de carácter más trivial. ¿De que problemas importantes se puede decir que deberían ser prioridad para la máxima autoridad de gobierno de una nación? Hablamos del desempleo crónico, la extrema pobreza, la sobre población, el cambio climático, la proliferación nuclear, la crisis económica, las pandemias, el terrorismo, el tráfico ilícito, los delitos cibernéticos y el agotamiento de los recursos.
A pesar que los anteriores temas son de vital importancia para la continuidad de nuestra especie, hoy se le exige a las figuras de autoridad que se involucren en temas que luego de ver en perspectiva, no son ni importantes ni urgentes y que un Presidente hoy como tal, no tiene la capacidad ni el poder de resolverlos (Y sería muy grave que tuviera dichos poderes porque se deja de vivir en Democracia, siendo ya todos conscientes de los resultados vistos en otros países de vivir bajo dictaduras). Y en estas cosas se exige el tiempo y la presencia del Presidente, de tal forma que no se avanza en los temas que deberían ser.
¿En que cosas esperamos respuestas del Presidente de la nación cuando normalmente son temas cuya responsabilidad es directamente de otro funcionario?
Hablamos de los recortes presupuestarios, las iniciativas de la oposición al gobierno para debilitarlo, los conflictos laborales, delincuencia, inmigración, escándalos de corrupción, conflictos armados, caída de mercados y temas que creemos que quien esta a la cabeza del país debería resolver (cuando en realidad son temas para su gabinete, ministros, diputados y resto de poderes). En este link podemos ver las funciones del Presidente de la Nación.
Yo no apruebo la gestión que hoy veo en el gobierno del país, pero eso tampoco significa que atacaré personalmente a un funcionario publico puesto que como ciudadano esto implica la violación de varios principios de convivencia y democracia. Definitivamente tengo todo el derecho de pedir explicaciones de un proceso, de una entidad publica, de un poder de gobierno, de exigir pero jamas atacar a nivel personal, puesto que al fin de cuentas por más que le pidamos, lo ataquemos, no es la única persona responsable de los procesos.
Hoy vivimos una realidad frustrante en muchos temas que tienen una clara razón: nadie (ni el Presidente) tiene el poder suficiente para hacer lo que se sabe que hay que hacer. De tal manera que no queda otra que ser ciudadanos responsables, que cumplamos nosotros en primer lugar nuestro papel en el país, la ciudad, el barrio, la familia y el trabajo en el que convivimos y colaboramos. La única forma de resolver los problemas (ya sean los importantes o triviales) es trabajando todos en conjunto en pro del desarrollo y progreso.