Tenemos miedo de leer la palabra pene. Al menos en un ambiente familiar. Le enseñamos a nuestros hijos que decir vagina es algo sucio. La Academia de Pediatría de Estados Unidos dice que ese comportamiento puede ayudar a los abusadores sexuales a acercarse a nuestros hijos.
Enseña a tus hijos los nombres de las partes del cuerpo, incluidas las partes privadas y que nadie tiene derecho a tocarlas. Habla con tus hijos de todos los temas, no tengas miedo de hablarles. Esto le enseña a tus hijos que siempre pueden acudir a ti con lo que sea, incluido el secreto que un abusador quiere que guarden.
Los niños más vulnerables al abuso sexual son los bien portados, los más dóciles; aunque todos los niños corren el mismo riesgo, especialmente los que vienen de hogares con problemas o desintegrados porque naturalmente buscarán cariño y atención, un anhelo bueno que los abusadores usan en su contra.
El abuso sexual a niños está más cerca de lo que se piensa: los niños siempre conocen a los adultos que les abusan, usualmente son figuras de autoridad, parientes, niñeras o amigos de la familia. El abuso sexual utiliza la confianza y la manipulación para hacerlo más de una vez, avisa la AAP (Academia de Pediatría en EEUU). Activa las alertas cuando alguien haga regalos extravagantes a tus hijos y quiera tener tiempo a solas con ellos, llévandoselos de viaje o tras puertas cerradas.
Supervisa lo que hacen en Internet. Revisa su historial de búsqueda online, sus chats. No es invasión a su privacidad, es protegerlos de quienes quieren ganar su confianza y abusar de ellos. Tú eres el adulto, tú pones las reglas.
Creéle a tus hijos cuando denuncien algún tipo de abuso. Según la AAP, un gran número de familias no toman en serio las acusaciones de los niños, especialmente cuando involucran a un familiar. En estos casos, puedes buscar ayuda visitando a un pediatra para que examine a tu hijo o hija. Aunque mantén en cuenta que el abuso sexual incluye todo tipo comportamiento sexual, con o sin contacto, como mostrar contenido pornográfico a niños, tomar fotos pornográficas de ellos, etc.
¿Cómo saber si ya ha pasado?
Los niños y niñas que han sufrido abuso sexual suelen mostrar muchas o pocas señales en su conducta. Algunos se alejan de sus familias y amigos, les va mal en las notas escolares, pueden experimentar depresión, ansiedad o mostrar comportamiento agresivo o autodestructivo. Pero siempre debes estar alerta, algunos niños no muestran ninguna de estas señales.
Lo más importante es que hables con ellos, pregunta si alguna vez alguien les ha tocado de manera inapropiada, o les ha mostrado o tomado fotos inapropiadas. Enséñales que si eso llega a ocurrir tienen que ir contigo a decirlo, que tú vas a creerles y protegerlos.
Según Plan Internacional, hay 14 violaciones diarias a niñas y adolescentes*. No deberíamos sentir miedo de hablar del tema, lo que sí debería asustarnos es no hacer nada para proteger a los niños.
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Fuente American Academy of Pediatrics
Fuente estadística Plan Internacional: elPeriódico, 17 octubre 2017