A lo largo de su historia geológica, nuestro planeta ha sufrido diferentes cataclismos como por ejemplo el impacto con un pequeño asteroide que erradicó a los dinosaurios 65 millones de años atrás, produciendo cambios dramáticos en la atmósfera y consecuentemente, en la biodiversidad que existía en ese momento. El cambio fue brutal y al reino de los reptiles le siguió el reino de los mamíferos.
En la actualidad la ciencia ha permitido establecer las condiciones climáticas que reinaron en nuestro planeta a lo largo de su historia, alertandonos acerca de los cambios dramáticos que se han dado en el pasado y sobre todo, de los cambios que estamos viviendo en este preciso instante y muchos de esos cambios se dan en la atmósfera de nuestro planeta.
La atmósfera de la Tierra es la cubierta gaseosa que protege la superficie terrestre. Es gracias a las atmósfera, que la mayoría de micrometeoritos y meteoritos pequeños no logran llegar a la superficie terrestre por ejemplo. Otro ejemplo importante es la protección que nos ofrece la atmósfera a la radiación dañina que emite el Sol. Es también gracias a la presencia de la atmósfera, que nuestro planeta mantiene una temperatura media de 15 C, lo que favorece la vida y la existencia de agua líquida. Más aún, gracias a la atmósfera, nuestro planeta no sufre cambios dramáticos de temperatura cada vez que sale o se pone el Sol. Sin atmósfera, en el día uno podría alcanzar una temperatura máxima de 400 C mientras que en la noche la temperatura podría descender a unos -150 C.
Por millones de años, la atmósfera terrestre ha logrado alcanzar un balance entre la radiación que nos llega del Sol y la radiación que al ser reflejada por nuestro planeta, escapa al espacio. Este balance es en buena parte debido a la atmósfera. Un rayo de luz del Sol al penetrar la atmósfera, es absorbido en algún lugar de la superficie de nuestro planeta. Si el haz de luz cae sobre el hielo polar, el 85% de la energía del rayo es reflejada al espacio y un 15% es absorbida por el hielo.
Por otro lado si el rayo cae sobre agua o sobre tierra, el rayo puede ser absorbido hasta en un 93% y solamente un 7% es reflejado. A esta propiedad de reflexión, los astrónomos la llaman albedo. En promedio, nuestro planeta refleja al espacio solamente el 39% de la radiación que nos llega del Sol esto debido a que la mayor parte de la superficie de nuestro planeta está cubierta de Agua. El calor absorbido por las superficies, calienta a su vez el aire alrededor por medio de conducción de calor.
Este proceso se produce con cada salida o puesta de Sol. La absorción o reflexión es más eficiente mientras más perpendicular incide el rayo de luz por lo que es más eficiente en horas cercanas al medio día. Este proceso es lo que causa que el aire de la atmósfera mantenga una temperatura razonable todo el tiempo, en este sentido, podemos imaginarnos que la atmósfera “atrapa” este calor.
Tomaría mucho tiempo calentar o enfriar grandes cantidades de aire en poco tiempo y dado que cada calentamiento o enfriamiento se produce cada 12 horas, es válido asumir que el aire de nuestra atmósfera se encuentra a una temperatura promedio de 15 C. A esta temperatura, los climatólogos le han llamado la temperatura de equilibrio de la atmósfera y es pues, la temperatura a la que los gases han encontrado un balance termodinámico con la superficie del planeta. Dada la cantidad de aire que existe en nuestra atmósfera, es difícil calentar o enfriar rápidamente las masas de aire y por lo tanto, las variaciones de temperatura no son muy dramáticas en la mayoría de lugares de nuestro planeta.Las temperaturas oscilan alrededor de unos pocos decenas de grados centígrados.
En la siguiente entrega, discutiré en más detalle, lo que significa el equilibrio atmosférico y discutiré más las consecuencias que tiene para nuestro planeta el depositar gases