Ruidosas y molestas iglesias evangélicas imagen

El alto volumen y las actividades ruidosas de las iglesias evangélicas han llevado a vecinos a actuar de distintas maneras.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

“Dios no es religión”, dice mucha gente y debemos darles el crédito porque es cierto. 

Como seres humanos, podemos manifestar nuestro amor hacia el Creador o un ser superior de distintas maneras, así como hay miles de religiones que podemos profesar. Eso tampoco les da el derecho de que pueden hacer lo que quieran, cuando quieran y con quien quieran.

Y vamos con lo siguiente…




Últimamente, he escuchado a mucha gente quejarse específicamente del ruido constante en algunas colonias. Alabanzas y prédicas, son expresadas a un volumen intolerable para los vecinos.

¡OJO! No es imaginación mía, existen testimonios y experiencias de varias personas de distintas zonas en las que han tenido que lidiar con ello.

El caso de Clara

Ella estaba cansada, pero no solo hablamos que el ruido sea en horas de descanso sino también el volumen afecta demasiado.

Clara y sus vecinos hablan constantemente y siempre sale a la luz el tema del ruido de la iglesia que se encuentra en la colonia.

“Los domingos comenzaban a las 10 a.m. y terminaban a mediodía, pero ese no era el problema, el volumen era demasiado alto”, comentó la joven.

Según Clara, los vecinos también se quejaban de este inconveniente, pero la iglesia jamás hizo nada al respecto por lo que tuvieron que actuar.

“Llamé al call center de la Municipalidad y me pidieron la dirección exacta, llamé tres veces todos los domingos que provocaban el ruido”, comentó Clara.

Ella se enteró también que ya existían quejas con respecto a esa iglesia y habían levantado una multa contra ellos.

“Se calmaron, pero el ruido extremo regresó, debido a esto, volvieron a colocar la queja ante la Muni, que terminó en un caso en la Corte por contaminación auditiva”.




El caso de Javier

Una iglesia nueva llegó a su cuadra, que comenzaba sus actividades muy temprano y los vecinos se molestaban, puesto que no podían descansar el domingo.

“Es de aquellas iglesias que hacen actividades de lunes a viernes y terminan a las 10 de la noche, el problema es que hay niños que viven en la cuadra que deben estudiar temprano al día siguiente. Se le habló al pastor y le valía lo que decíamos”, expresó Javier.

Pero eso no le bastó a la iglesia

Un domingo, a las 4:30 a.m., la iglesia realizó una actividad con gran equipo de sonido. Cantaron y gritaron sus alabanzas. La gente salió de su casa para intentar callarlos. Tan fuerte fue la confrontación que los vecinos amenazaron a los miembros de la iglesia, ya que debían moderar el volumen de sus actividades o ellos actuarían de una manera desagradable.

“Por el miedo, dejaron de juntarse como una semana y le bajaron el volumen. Pero, luego regresaron, a mi hijo no lo dejaban dormir por los gritos. La verdad es que ellos no cantaban, daban alaridos”, indicó Javier.

Ya molesto, fue a enfrentar al pastor y él solamente respondió que sus alabanzas eran para Dios y deseaban que todo el pueblo de Jesucristo escuchara su canto.

La última vez no terminó nada bien. Esta misma iglesia realizó otra actividad a las 5 de la mañana de un domingo. Era tanta la furia y enojo de los vecinos que uno de ellos golpeó al pastor.

Esa fue la gota que derramó el vaso; ya no utilizan bocinas y ningún instrumento para sus alabanzas.

“Ahorita andan viendo para dónde irse porque no quieren estar aquí. Dicen que la colonia se está yendo al infierno y que el diablo ya se los ganó”, comentó Javier.




El caso de Raúl

Así como los demás, los vecinos de la zona donde vive Raúl también han sido víctimas de contaminación auditiva por parte de una iglesia evangélica.

“Yo acepto y respeto que tengan sus días de oración, pero es que no pareciera que cantaran; sino son llantos y gritos nada más y eso sí es molesto”, señaló Raúl.

Él mencionó también que en ocasiones, las actividades realizadas por esas iglesias comienzan desde las 9:00 a.m., a las 5:00 p.m.  “No se puede hacer nada por el ruido; no puedo leer, escuchar música, estudiar, ver la tele porque en todo momento se escuchan sus trompetas, baterías y gritos”.

Raúl acudió tres veces a la iglesia para solicitar respeto hacia los vecinos, sin embargo la persona encargada, de una forma altanera, le dijo que seguro era un enemigo porque no profesaban la fe. “Yo me acerqué a la Municipalidad, pero solo llegaron una vez a medio hablarles y ya. No pasó nada más”, comentó.

Para Raúl, es algo deprimente que las iglesias no respeten a las personas y no acepten opinión de lo que esté bien o mal, ya que creen que por alabar a su dios, pueden hacer lo que quieran.




Si tu caso es similar, puedes hacer esto:

Si esto te ha pasado con algún lugar en específico, puedes acercarte a la alcaldía auxiliar y presentar tu caso.

  • Dejas una solicitud con la queja.
  • Colocas la hora, qué días es frecuente el sonido, la dirección exacta y fotografías del lugar.
  • Se ingresa al sistema y se manda al área que verifica los casos.

Es necesario que esperes la llamada de la Dirección del Medio Ambiente de la Municipalidad para que acudan al lugar.

La cuestión aquí es de tolerancia y aceptar que no todos deseamos profesar alguna religión o acudir a una iglesia para sentir el espíritu de Dios.

“Sin sentimiento de respeto, no hay forma de distinguir los hombres de las bestias”. -Confucio

¿Has pasado por un caso similar?

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