Las fuertes lluvias en el territorio guatemalteco es uno de los peligros para el Lago de Amatitlán, las cuales arrastran grandes cantidades de basura hacia las cuencas. Este 2020, el reto de evitar que estos desechos continúen contaminando al cuerpo de agua aumenta con la pandemia del COVID-19.
La entidad encargada para esta labor es la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA). Astrid Jump, uno de sus miembros, aseguró que “no podemos darnos el lujo de detenernos”. A pesar de que las personas salen menos debido a la cuarentena, la basura aún sigue siendo un problema para aquellos dedicados a la protección.
La temporada lluviosa es considerada un período de máxima atención para AMSA, porque durante varios días, la lluvia suele arrastrar grandes cantidades de desechos por varios sectores aledaños al lago. Según Jump: “Nosotros durante la época seca trabajamos acciones con el personal que limpia en las orillas del lago. Cuando hay período de lluvias, se hace con maquinaria, se junta la basura y extrae”.
En 2020, Jump explicó que la poca cantidad de personas afuera y la pandemia fueron perceptibles también. “Por otro lado, la cantidad de lluvias fue diferente a las de años pasados. “Las lluvias durante estos últimos días, no han sido tan fuertes comparadas a las que hemos enfrentado en los últimos dos o tres años. Aunque se daban por tiempos prolongados, incluso las últimas que se han presentado en el área de la Ciudad Capital, que fueron copiosas, se mantuvieron en un nivel normal de arrastre de desechos”.
Además, en el área de tierra del río Villalobos y en las orillas del lago, se trabaja recolectando la basura. Con el uso de canastas especiales y maquinaria, los desechos son captados y extraídos para evitar que sigan contaminando el lago.
trabajar con las nuevas medidas
Laborar durante la pandemia del COVID-19 ha supuesto varios cambios para recolectar los residuos y la forma de desenvolverse entre todo el personal. Cada miembro del equipo de recolección se ha acostumbrado a las nuevas medidas sanitarias y de distanciamiento.
“La pandemia ha complicado el trabajo humano. Entre nosotros mantenemos mayor distanciamiento. Usamos el equipo necesario para evitar contagios de COVID-19, también hemos seleccionado a los miembros con la edad adecuada para no arriesgarlos, debido a que el virus afecta a las personas de mayor edad. Se está haciendo un esfuerzo, aunque muchos están detenidos, en AMSA se trabaja todo los días a un nivel grande”, explicó Jump.
Mientras, el confinamiento obligado continúa en el país, Jump también comentó que se ha buscado proteger a las especies que son parte de la diversidad biológica que viven en el lago. “Hemos hecho recorridos con el Ministerio de Ambiente para mostrar la vida que aún tiene el lago. Hemos encontrado diferentes especies de aves, mariposas, peces, anfibios y flores durante nuestro trabajo, que buscamos proteger”.