Desde los 2 años de edad, Cristina Cáceres ha enfrentado su discapacidad visual luego que se le detectó retinoblastoma, un tumor canceroso que se desarrolla en la retina. Ahora, supera día a día el tema laboral durante la pandemia, una crisis que ha afectado a miles de guatemaltecos y que ella toma de la manera más positiva.
A sus 27 años, Cristina ha estado laborando los últimos 3 años en el área de call center de una empresa en el país. “Consiste en atención al cliente, pero más a puntos de venta en un horario de 3:00 p.m. a 10:00 p.m., el cual puede variar y por el momento está trabajando desde casa”, explicó.
Este es el primer trabajo formal que ha tenido, pese a que su objetivo desde hace años es trabajar enseñando música.
Cáceres indicó que entró a estudiar a los 10 años (primero primaria), luego siguió una carrera de cuatro años, de Magisterio en Educación Musical y actualmente estudia la Licenciatura de Música, en la Universidad Galileo. Sin embargo, no pudo encontrar trabajo en ninguna escuela.
Su primera oportunidad llegó un año después de haber ingresado su papelería en el Comité de Prociegos y Sordos de Guatemala, en el área de colocación laboral. “Les dije que cualquier oportunidad que se presentara, sin importar si no se tratara de la música”, dijo Cristina.
“Mi mamá se desanimaba cada vez que me decían que no, ponían excusas, por ejemplo tuve la experiencia que un amigo me avisó de una plaza para un colegio que no podía tomar porque ya tenía trabajo. Fui y me salieron con la excusa de que no tenían dinero para pagar”, comentó.
En el Comité le avisaron sobre una entrevista y le sorprendió porque no tenía experiencia laboral, incluso así la aceptaron. Fue “bonito”, explicó Cristina debido a que la empresa le hizo pruebas en un lector de pantalla para poder manejar la plataforma necesaria.
“Ellos me tuvieron paciencia, ya que en la plataforma era muchísimo lo que había que hacer para poder llegar a la opción que debía encontrar”, indicó. Con relación al trabajo, reconoció que su ceguera no interfiere con sus labores, simplemente debe hacer las cosas de una forma diferente.
Se adaptó
Para Cristina, la situación del COVID-19 prefiere tomarlo no como algo malo. “Toda actividad en la vida va a tener su lado negativo, según tú lo quieras tomar”, mencionó. Agregó que la empresa siempre fue buena en esta situación, junto que ya estaba tomando el tema de la higiene.
“Cuando quitaron el transporte en el país me dieron transporte de ida y regreso a mi casa, cuando empezó el toque de queda me cambiaron el horario y después de eso distribuyeron computadoras para realizar el trabajo desde mi hogar”, aseguró.
Al estar en casa, Cristina ha reconocido que le encanta porque comparte tiempo con su sobrino y se ha comprometido con la cocina. Resaltó que en su situación está aprendiendo y experimentando cosas nuevas, además de ser precavidos respecto al tema de salud.
Al igual que la mayoría de las personas el coronavirus los ha afectado en cuestión de ventas, ya que sus padres (con quienes vive) son comerciantes. Sin embargo, de la manera más motivada dijo que de las crisis salen las oportunidades y la creatividad.
Lo que espera
A pesar que el país está en crisis, Cáceres continúa estudiando por medio de clases online para seguir su mayor sueño. Desde pequeña la música le ha encantado, más cuando descubrió que podía cantar por lo que le llamó la atención la educación musical.
“Me gustaría dedicarme a la música, en especial el canto y quiero especializarme en el tema de piano. Mientras estudiaba aprendí a tocar marimba y guitarra, pero el canto y el piano es a lo que deseo dedicarme”, explicó Cristina.
Además, Cáceres relató que quiere generar un método introductorio a la musicografía braille para músicos ciegos en Guatemala. Un método que aprendió durante varios meses en Argentina, gracias a una invitación por parte de la Asociación Coro Polifónico de Ciegos de Argentina.
Cristina Cáceres ha tenido la fortuna de poder seguir realizando sus labores en medio de la pandemia. A pesar del confinamiento y de su discapacidad visual, mantiene la mejor actitud en la vida, pese a los momentos complicados que le ha tocado vivir.