Para Miguel, la edad es solo un número. A sus 57 años, su venta de helados de carreta ha sido el motor de su día a día desde que cerró su negocio de reparación de televisores. “No vivo con mis hijos, me quedé solo y nunca tuve un trabajo formal, he tenido que hacer todo por mi cuenta”.
Relata que migró a la ciudad desde los 12 años. Desde entonces ha vivido en varias zonas de la ciudad, actualmente en la zona 3. De su venta de helados apenas reúne para subsistir y pagar sus servicios básicos, aunque con la pandemia del coronavirus la situación se ha puesto “dura”, como indica.
“A veces se vende otras no. Algunos días ni siquiera vendo Q20, pero así es esto, uno debe buscar qué más hacer”. Diariamente recorre las calles de la ciudad en espera de que alguien le compre.
Para sufragar sus gastos, Miguel ha recurrido a vender mascarillas junto con su pequeño negocio de helados. “No puedo quedarme sin vender nada porque de eso vivo, así que de esas ventas algo logro juntar”, narra.
Buscan alternativas
Como Miguel, varios guatemaltecos han decidido emprender en algún negocio en línea que les ayude a pagar sus cuentas y sobrellevar la crisis financiera generada por la pandemia.
Hasta mediados de abril, Jorge era gerente comercial de una universidad, lo despidieron al igual que muchos de sus compañeros y lejos de quedarse estancado; decidió analizar qué podía vender, así que se percató de la necesidad de crear un Kit de Prevención COVID-19.
“Soy de la idea que en las crisis, unos lloran y otros venden pañuelos y así comenzó todo. A la hora de almuerzo, por ejemplo, las personas no tienen dónde guardar su mascarilla, unos la colocan sobre la mesa, pantalón y cartera, pero es necesario guardarla en un lugar seguro y aislado”, dice.
“Debemos tomar en cuenta que el tema de la mascarilla, el alcohol, guantes son nuevos artículos que tuvimos que incluir a nuestro uso cotidiano y es normal que al salir de casa olvidemos alguno de ellos. Lo mejor es ocuparnos únicamente de llevar nuestro kit”.
El Kit Preventivo se vende en una bolsa de Oxford y cristal que contiene:
1 alcohol en spray de bolsillo.
1 mascarilla quirúrgica desechable de 3 capas.
1 bolsa con zíper para guardar la mascarilla.
20 toallitas con alcohol para limpiar el celular y las llaves.
3 pares de guantes de nitrilo.
5 palillos de madera para uso en cajeros y timbres.
1 paquete de pañuelos desechables.
Desde casa, Jorge montó su propio call center para vender a farmacias independientes y en redes sociales. Lo puedes contactar vía WhastApp: 5436-2622.
“Es normal que las personas busquen soluciones a sus problemas financieros. Muchos, a raíz de esto se convertirán en empresarios y seguramente seguirán con sus negocios, pero para otros el emprendimiento es algo nuevo a lo que temen”, explica Teresa Jiménez, mercadóloga.