El doctor Hugo Alvarado desde hace 12 años se desempeña como médico y es su sexto año que trabaja en el Hospital Roosevelt. Es el encargado de la Coordinación de Emergencia del Área de Adultos.
Como él también están sus colegas que ante la crisis sanitaria viven cada día a la espera de combatir el nuevo coronavirus y mantenerse firmes para servir al pueblo de Guatemala.
El sistema de salud en todo el mundo ha sido puesto a prueba y la lucha contrarreloj por detener la pandemia se acaba. Los doctores son los pilares fundamentales para esta contienda y ninguno de ellos se da por vencido.
“Al principio todos se sorprendieron, ya que ningún médico en el mundo estaba preparado para esto”. “En el caso de Guatemala nos dio de cierta manera un poco más de tiempo para planificar cómo íbamos a abordar la crisis”.
El Hospital Roosevelt se ha preparado para atender a los pacientes de COVID-19. “Tuvimos una logística de preparación de 2 meses previo al inicio de la pandemia en el país”. “Verificamos siempre que el personal médico y del hospital pueda tener el equipo adecuado para enfrentarla.
Sin los galenos al servicio ningún país podría enfrentar una crisis sanitaria, quienes también se agotan tras jornadas duras de trabajo. “Para cualquier personal de salud es incómodo usar el traje, ahora imagínese el personal en los hospitales de las zonas costeras donde el calor es más intenso”.
Un traje que es de uso obligatorio para evitar que se contagien del virus. “Este depende del área que se está cubriendo. Los que tienen contacto directo con los pacientes de COVID-19 son los que llevan la carga pesada”.
Antes de ingresar a los nosocomios los médicos deben seguir protocolos de bioseguridad. “No pueden utilizar la ropa con la que llegan a trabajar, deben ponerse la que es brindada por el hospital”.
Traje quirúrgico, overol de cuello alto, lentes, careta, protección para los pies y mascarilla N-95 son algunos de los implementos que los galenos utilizan para protegerse de los contagios. “Tener puesto todo esto genera mucho calor y cansancio para nosotros”.
Algo difícil para los médicos es ir al baño, ingerir agua o alimentos. “Hemos intentado trabajar turnos cortos para evitar que la gente deba estar mucho tiempo dentro de los trajes”. “Así ayudamos a que el personal médico pueda hidratarse o ir al sanitario”.
“Estar mucho tiempo con los trajes o en una misma área puede causar molestias físicas y psicológicas en los galenos”.
También están los doctores y personal de enfermería encargados de la sanitización de los pacientes. “Ellos se encargan de realizar los hisopados y pruebas que diagnostican positivos o negativos de COVID-19”. “Utilizan una bata descartable, mascarilla N-95, lentes, gorro quirúrgico y cubrezapatos descartables”. “Poseen una indumentaria con más ventilación”.
Así es como el personal médico y de enfermería se prepara cada día para evitar contagios y servirle al pueblo de Guatemala. “Hemos tratado de que todo el personal obtenga el equipo adecuado”. “El hospital ha comprado ciertos insumos, pero muchas personas y organizaciones nos han donado”.
Hospital Roosevelt
En el hospital más grande e importante del país, cada día los profesionales de la salud arriesgan su vida para preservar la de la población.
“Muchos de los insumos son descartables y a raíz de la pandemia los precios se han elevado o no hay en existencia, lo cual nos dificulta el trabajo”.
El hospital no solamente se ha preocupado por el bienestar de sus doctores, sino también del personal general. “A las personas que realizan el mantenimiento en espacios de riesgo se les brinda la indumentaria adecuada para evitar contagios”.
La construcción de dos “búnkeres” como le hacen llamar en el hospital sirven como áreas para sanitizar. “Uno está en el sector de adultos y el otro en pediatría, esto nos ayuda a conocer las secciones en donde debemos utilizar indumentaria de bioseguridad”.
“También tenemos un espacio donde se brinda ventilación mecánica asistida y tres áreas de aislamiento”.
Los doctores mantienen un protocolo estricto para evitar contagios y así realizar sus actividades fuera de riesgo. “Hay un sector especial para que los médicos se bañen y así salir desinfectados del área roja”. “Al irnos debemos quitarnos la ropa con la que trabajamos y ponernos la que trajimos de casa”.
Una revolución de limpieza que médicos y sociedad civil nunca se habían imaginado realizar. “Nadie imaginó aplicar protocolos de higiene de una manera rigurosa”.
Como todo ser humano el miedo existe, pero su vocación hace que los héroes sin capa sigan luchando contra la enfermedad. “Todos en algún momento hemos experimentado un grado de miedo. Muchas veces ese temor no está ligado a la enfermedad, sino más bien nos preguntamos ¿qué pasaría si infecto a mi familia o a algún ser querido?”.
“Ha habido personal médico que han tenido cuadros de ansiedad y miedo, pero el Departamento de Salud Mental del mismo hospital han estado apoyándonos”.