Su esposo se quedó sin trabajo y ella sostiene su hogar.
Pasos cortos y a un ritmo suave, Floridalma Calderón, de 41 años, salía todas las mañanas de la aldea San Cristóbal Buena Vista, a esperar en la carretera un bus que la bajara a Villa Canales, para luego continuar su camino hacia los residenciales donde trabajaba en San Miguel Petapa.
Trabajaba los lunes, martes, miércoles y jueves, los oficios domésticos de las casas. Después, a las 4:00 p.m. nuevamente debía abordar un bus para bajarse enfrente de una calle de tierra que la llevaba a la aldea.
“Yo cobro por día Q100 sin importar el tamaño de la casa. Cubre todo lo que es limpieza general, lavado de ropa, etcétera”. “Ahora con la crisis han disminuido mis servicios, ya que las personas lo hacen por su propia cuenta”.
Trabajaba en cuatro distintas horas y variados días, con los que ganaba Q1,600 al mes, ahora ese monto ha bajado. “Por el momento, me quedé trabajando una vez por semana en una casa. Las responsabilidades han bajado por ende la paga igual”.
Durante abril ha juntado Q400 y con eso debe costear los gastos de su familia. “Mi esposo se quedó sin trabajo y mi hijo de 14 años me está apoyando vendiendo cosas al menudeo”.
No ha sido fácil, tras la falta de transporte la única forma de llegar a su sola fuente de ingreso se convierte en una odisea. “Debo salir a la carretera que lleva a la aldea El Tablón, para luego ingresar a Villa Canales y así llegar a mi trabajo”. “Por la falta de camionetas debo caminar y a veces tengo suerte que alguien me da jalón”.
“Estos Q100 me están dando de comer y estoy agradecida”.
Bajo el sol de la mañana y el calor sofocante de la tarde, Flor sigue trabajando y esperando recuperar su antiguo sueldo. “Ha sido duro porque no percibo mi ingreso completo. Caminar de regreso es muy cansado, ya que es subida, pero esos Q100 al día nos está alimentando durante una semana”.
Floridalma se moviliza alrededor de 17 kilómetros diarios durante 1 hora 55 minutos a pie en un recorrido que en transporte dura aproximadamente 17 minutos. “Ya me ha vuelto a contactar otra persona que me dijo que a partir de mayo iba a darme mis otros Q100 aunque no vaya a limpiar. Pero estoy consciente de que si alguna perdiera su trabajo me quedaría sin nada”.
Si la contrata de nuevo la otra persona, ganaría Q200 a la semana. “Lo hemos pasado difícil para comer, llega jueves y debemos incluso comer tortilla con sal hasta el lunes”. “A veces entre vecinos nos ayudamos y juntamos que comer entre todos.
Después de un día de arduo trabajo, pero agradecida, Floridalma se sienta en la parada que divide la carretera hacia Santa Elena Barillas y Villa Canales, para luego seguir su recorrido a pie para llegar a la aldea San Cristóbal Buena Vista.
