Alrededor de Q20,000 millones es la ampliación presupuestaria que realizó el Congreso de la República ante la emergencia de la pandemia del COVID-19 en el país. Expertos en economía han analizado este gasto público, el cual les genera intriga si en Guatemala existe la capacidad para gastar esa cantidad de dinero, ya que se podría poner en peligro la estabilidad macroeconómica del país.
Según la siguiente tabla se observan los gastos públicos y las garantías estatales aprobados como créditos para la emergencia del COVID-19 en el país; Guatemala ha gastado más que Holanda, Grecia, Bélgica o Hungría. Sin embargo, si se analiza en términos de PIB el gasto fiscal es menor comparado con países desarrollados.
Daniel Fernández, economista, fundador de UFM Market Trends y profesor de economía en la Universidad Francisco Marroquín, menciona que en Guatemala cuando un grupo quiere justificar una medida de gasto suele acudir a las cifras sobre el PIB por lo “barato” que sale, explicándolo con un ejemplo: “Imagine que usted ingresa Q150,000 al año y tiene una deuda de Q10 millones. Si usted dedicara todo su sueldo a pagar esta deuda tardaría 67 años en saldarla, sin contar con los intereses. Usted estaría en una situación de quiebra. No va a poder pagar nunca su deuda. Imagine, además, que usted tiene 20 vecinos en su edificio o condominio que cobran lo mismo que usted, es decir, entre todos ganan Q3 millones al año. Se puede decir que el PIB de su condominio es de Q3 millones. Ahora imagine que para calcular su nivel de endeudamiento decide utilizar los ingresos de todos sus vecinos en vez de su propio ingreso. Su nivel de endeudamiento ha pasado de ser 67 veces sus ingresos a ser solo de 3.3 veces. De forma mágica usted habría pasado de estar quebrado a tener una posición financiera sólida. Esto es, evidentemente, un sinsentido financiero. Nadie en su sano juicio calcularía su nivel de endeudamiento utilizando como comparativo el ingreso de sus vecinos. Sin embargo, los analistas económicos hacen exactamente esto mismo cuando analizan el déficit público o el endeudamiento de Guatemala en términos del PIB”.
Pero ¿qué es el PIB? El Producto Interno Bruto (PIB) es el valor monetario que se le da a los bienes y servicios que son producidos durante un período de tiempo en un país. Para Fernández “es la creación de riqueza de todos los guatemaltecos, no del Estado de Guatemala”. La realidad es que si quisiéramos saber el nivel de endeudamiento y gasto que tiene el Estado, se debe medir en los ingresos del mismo Estado, y no del nivel de ingresos de toda la población.
Si se analizara de manera correcta el gasto público para atender la crisis de la pandemia con base en los ingresos del Estado y no del PIB, se vería reflejado así:
“Las ampliaciones presupuestarias de Guatemala están al nivel de los países más poderosos financieramente hablando del mundo. El problema, claro está, es que Guatemala no se encuentra entre los países más poderosos financieramente hablando del mundo. El Congreso de Guatemala se da lujos de rico sin entender muy bien la realidad económica del país en el que legisla”, afirma Fernández en su artículo de Ampliaciones presupuestarias, ¿el último clavo del ataúd de las finanzas públicas guatemaltecas?
Fernández expresa que si en el país se hubieran tenido las cuentas públicas “saneadas” y un presupuesto equilibrado para el 2020, tal vez el impacto de la pandemia no hubiera golpeado tan fuerte. Desde el 2016 Guatemala estaba enfrentando un déficit público insostenible y esto provocó que el presupuesto del 2020 ya tuviera un desfinanciamiento de más de Q21,100 millones.
Las finanzas públicas del país han recibido tres impactos fuertes este 2020:
UFM Market Trends ha estimado que el ingreso fiscal podría caer entre un 3 por ciento y un 13 por ciento con relación al ingreso fiscal registrado en 2019, que depende de la cifra que se registre en el crecimiento económico en este 2020. Según los expertos el ingreso fiscal del 2020 será más de Q59,600 millones, con un déficit fiscal de casi Q48,000 millones, el cual no se había visto antes en Guatemala.
“La estabilidad macroeconómica conseguida con tanto esfuerzo durante ya casi dos generaciones de guatemaltecos está en riesgo hoy más que nunca y pende de un hilo”, indica Fernández.
Guatemala como otros países del mundo atraviesa una crisis económica inimaginable. Los gobiernos deben ser más responsables y astutos para mover mejor las finanzas. El país podría estar entrando en una etapa en la que la “estabilidad económica” se vaya a los suelos. Como ciudadanos se debe analizar cada paso financiero que el gobierno y el Congreso de la República realizan para responder ante esta pandemia.
“Si los ciudadanos de Guatemala no exigen rendición de cuentas a las instituciones del Estado, nadie más lo hará”, Fernández.
Fuente: UFM Market Trends.