Políticos y farmacéuticas corruptas quieren regresar al IGSS imagen

El sistema de seguridad social en Guatemala podría colapsar y viejas prácticas ser la causa.

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La presencia de auditores de la Contraloría General de Cuentas, la amenaza de políticos con la intervención y la sombra de antiguos proveedores fueron la llamada de atención. Hoy, el actual presidente de la Junta Directiva asegura que se pretende intervenir al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social para volver a encarecer la compra de medicamentos y devolver el control del IGSS a las mafias que durante años le han saqueado.

Llegó a la presidencia del IGSS, en junio de 2015. Allí se encontró con una institución viciada, plagada de irregularidades y al servicio de capos de la corrupción. Allí todo era un caos, mientras la directiva daba una instrucción, las unidades ejecutoras hacían lo que se les daba la gana, asegura Carlos Contreras.

“Para darle un ejemplo, un medicamento como el Lansoprazol (un antiulceroso) se compraba a Q14.40 la unidad y ahora con las medidas de austeridad hemos logrado bajar el valor de compra a 9 centavos, así de corrupto era el tema”.- Carlos Contreras

Pero, con la próxima llegada de un nuevo gobierno las casas farmacéuticas, que históricamente han lucrado con Q5 mil millones que recibe el IGSS anualmente, están dispuestas a recuperar el negocio. “Esas empresas que antes vendían al valor que les daba la gana y se repartían las compras quieren regresar”, sostiene Contreras.

Y para lograr su propósito se han valido de toda una estructura que de a poco intenta desacreditar los procesos de compras de medicinas. Uno de ellos es el de la subasta inversa, en los cuales los proveedores tratan de obtener una compra por medio de ofertas inferiores al precio inicial del concurso. Por ejemplo, si un medicamento comienza con un precio de Q10, el proveedor que ofrezca el precio menor será quien se quede con el contrato. Eso sí, siempre y cuando cumpla con todos los requisitos de ley y la calidad del medicamento.

Y son estas medidas las que tienen molestas a las grandes farmacéuticas, pues el negocio con la salud de las personas se les acabó. La sobrevaloración ha quedado atrás y los negocios para personajes oscuros no tienen lugar en el IGSS, asegura Contreras.

“Los políticos que responden a los intereses de estas farmacéuticas se han dedicado a buscar irregularidades en los procesos de compra, pero no han encontrado nada”.- Carlos Contreras

Con el cambio de Gobierno, esperan dar la última estocada a la actual Junta Directiva, ahora buscan que el IGSS sea intervenido y así poder concretar su plan. “Quieren quitar el control del IGSS a la Junta Directiva y así poder retomar las viejas prácticas de compra dedicada a sus patrocinadores”, asegura.

Camino a la debacle

Contreras reconoce que la salud social en Guatemala no es la mejor, pero que se hacen los esfuerzos por atender a los 1.3 millones de cotizantes, los cuales llegan a 3.2 millones de usuarios cuando se le suma los familiares de los primeros. El gran problema, asegura, deriva de la deuda de Q50 mil millones que tiene el Gobierno central con el IGSS, pues con los fondos que tienen se puede sostener el plan, pero no ampliar la cobertura.

“En 40 años desde que se creara el IGSS no hemos pasado del 17 por ciento de cobertura de los trabajadores de Guatemala y eso es inaceptable”.- Carlos Contreras

Para solucionar el problema de la deuda que tiene el gobierno central, Contreras y su directiva han ideado un plan. “Hay un proyecto para que la deuda de Q50 mil millones se traslade a una institución bancaria y con esos fondos invertir para mejorar los servicios y ampliar la cobertura”, asegura el presidente del IGSS.

Otro de los factores que incide en el nulo crecimiento y eficiencia del IGSS es la ley de “Contrataciones”. Este es un mecanismo que les frena para hacer más eficiente la compra de medicamentos, pues a veces tarda hasta un año el proceso para poder adquirir las medicinas, sostiene Contreras.

“De no cambiar la forma en que se vienen haciendo las cosas y si vuelven estas estructuras criminales, el IGSS podría desaparecer, pues con los fondos que se cuentan y el incremento de usuarios, será imposible sostener el programa”.- Carlos Contreras

La lucha de las farmacéuticas por retomar las viejas redes de corrupción no cesa y es ahora que Contreras, junto a sus directores, buscan evitar que esto suceda. Y a dos años de que concluya su mandato, la actual directiva está dispuesta a dar batalla para evitar que las malas prácticas en el IGSS vuelvan y la salud de los guatemaltecos se vea afectada aún más. 

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