Fotografías de Osman Velásquez / Relato
¿Has pensado en lo que quieres hacer cuando seas grande? Jaime Kirste ha logrado al menos el 98 por ciento de sus planes de vida, sin embargo en la actualidad vive al máximo su pasión por los carros. No, no conduciéndolos sino modificándolos y convirtiéndolos en automóviles aptos para carreras.
Su pasión comenzó desde muy pequeño, con 5 años. Vivió en la zona 2, por el Hipódromo del Norte. Junto a sus amigos cambiaba piezas de bicicletas y las transformaba. Poco a poco se enamoró de la mecánica y desde aquel entonces, inició el sueño.
A los 12 años compró su primer carro y tuvo al menos 150 en total. Compraba uno y al poco tiempo lo vendía para invertir en una nueva adquisición. “La pasión por los vehículos se trae en la sangre”, aseguró Jaime, con una enorme sonrisa en el rostro.
Kirste tiene tres hermanas, tres hijas y un hijo, además de cuatro nietas. Con su padre no tuvo mucha relación y nunca recibió la guía de alguien más. Con el paso de los años se convirtió en un experto de los automotores.
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Después de subir al podio varias veces en competencias nacionales e internacionales, se dio cuenta que correr no le apasiona. “Me descompone, me altera, me estresa”, advirtió. Hace 20 años, Jaime compró un fórmula SP y en el 2003 lo estrenó en el Autódromo Pedro Cofiño. Corrió un par de años con él. Luego adquirió un starlet, lo adecuó y corrió hasta el 2005.
Posteriormente fue restaurando vehículos “comunes”. En ese tiempo encontró un automóvil como el que había corrido y le dio una nueva identidad, replicó el carro de Pedro Cofiño y lo colocó como adorno en su cochera. Lo pintó de siete colores, razón por la que también nace su apodo de botoneta.
Ese vehículo quedó desarrollado y muy profesional. El ex piloto solicitó un espacio en las fechas de automovilismo en el país y le aprobaron la propuesta con una condición: llevar como mínimo diez carros capaces de competir. En 2012-2013 incluyó 9 automóviles de su colección e inició la nueva etapa. Aún corrió y en el 2015 decidió no hacerlo más.
Su colección comenzó “por error”. Él mismo diseñó el complejo habitacional en el que comparte con sus hijas. Cuando estaba por finalizarlo lo agobiaba pensar qué haría con su tiempo libre. ¡Fue fácil encontrar su mayor pasión! Disfrutó demasiado armar carros, conseguir las nuevas piezas y conceptualizarlos.
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Jaime creó el equipo Botoneta Racing Team. Ahora, lo componen 20 autos, de los cuales al menos 10 son de su total propiedad. El resto de inversión compartida. De planta cuenta con 8 expertos de los vehículos. Sus “muñequitas” como Kirste las describe, son carros de modelo 1982 o más antiguos, completamente adaptados.
Kirste hoy dirige la categoría Vintage, una de las más populares divisiones de automovilismo en Guatemala. Se encarga desde el cumplimiento absoluto de las reglas hasta la estética de la categoría. Junto al tema deportivo, controla la producción de un programa televisivo sobre carros y todos los detalles del equipo.
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Si algo cambiaría Kirste en su vida, es comenzar antes en la restauración de carros. Actualmente, tiene entre 50 y 60 vehículos de colección en una bodega. ¡Sabe que será difícil venderlos!
“Nunca se terminan, siempre hay algo qué hacerles. ¡Eso es lo bueno de los carros! Esta es la mejor etapa, en la que tengo más recuerdos del automovilismo. La disfruto de manera inmensurable. La categoría está muy bien posicionada y año con año llegará a crear momentos y personajes muy recordados”.
Jaime Kirste
Exigente, sin medias tintas, estricto y perfeccionista. Así se describe el referente del automovilismo. Enfocado en cruzar la línea de la comodidad y sin comparaciones con otros.
“Yo no le copio a nadie, impongo lo que quiero”.
Jaime Kirste.
Su éxtasis está en el momento que 13 carros van en una carrera dentro del mismo segundo. “Ver ese enjambre y que todos vayan a milésimas de segundo es lo que me permite entender qué es el automovilismo, el espectáculo”, aseguró.
Uno de los máximos sueños de este ex corredor, es que la categoría llegue al máximo nivel en Guatemala para luego abrir camino en el exterior.
Kirste compartió estos consejos para alguien que desee iniciar la aventura de la máxima velocidad:
1. ¡Debes querer hacerlo!
2. Es necesario el poder adquisitivo.
3. Con base al presupuesto, se define en cuál de las 3 subcategorías puede incluirse.
4. ¿Qué carro soñaste? ¡Consíguelo!
5. Constrúyelo, pruébalo y desarróllalo.
No solo de carros vive el hombre
Jaime no se encasilló exclusivamente al mundo de los autos. También jugó béisbol durante dos décadas. Fue seleccionado nacional de la disciplina desde los 7 hasta los 27 años de edad. Practicó raquetbol, squash, natación, ciclismo y boliche, entre otros. También invierte tiempo en el golf. En cada deporte intentó destacar y llegar a lo más alto posible. Sumó varios títulos que expone en una vitrina. Suma al menos 120 trofeos.
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Y tú, ¿te animas a seguir tus sueños?
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