Alicia pensó que había encontrado a su pareja ideal, al hombre con el que pasaría el resto de su vida; lo que nunca imaginó es que esa relación de cinco años le dejaría secuelas de baja autoestima y de desconfianza en ella misma. Hoy admite que haberse alejado de esa persona fue la acción más liberadora que pudo haber hecho y, además, se prometió a que nunca más alguien controlará su vida de esa manera.
Como ella, muchas personas, tanto hombres como mujeres, viven una relación y un matrimonio tóxico, sin darse cuenta. Sucede cuando crees que tu pareja es la responsable de tu felicidad y la única de cubrir tus carencias, y vuelves actos como la falta de respeto en algo normal en tu rutina diaria.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando pienso que mi pareja es responsable de mi felicidad? Algo está mal con nosotros. Una pareja son dos personas que eligen y que deciden por voluntad propia compartir su vida, caminar juntos, apoyarse, amarse, aceptarse; pero en ese proceso hay que entender que son seres individuales que deciden, en libertad, seguir o compartir con alguien más.
Una relación tóxica es aquella que se caracteriza por comportamientos que son dañinos, tanto físicos, emocionales y mentales. Es darse cuenta de que al menos uno de los dos miembros de la pareja sufre más por el hecho de estar juntos.
Las señales:
- No le gusta que estés con tus amigos.
- Controla tus gastos.
- Planifica tu vida sin pedirte opinión alguna.
- Te dice o te da a entender en ocasiones que sin él o ella no serías nada importante.
- Te cuestiona cuando estás con tu familia o amigos.
- Utiliza el chantaje emocional con frecuencia.
- Es extremadamente celoso, al punto de prohibirte compartir con otras personas.
- Tienes relaciones sexuales, aunque no tengas ganas, con el motivo de evitar que se enfade.
Reflexiona sobre el entorno en el que vives
Ninguna relación o matrimonio es perfecto, y sin duda alguna todos cometemos errores en algún momento. Sin embargo, cuando los signos se repiten constantemente, debes empezar a prestar más atención.
Lo primero es saber reconocer cómo está nuestra relación y platicar con nuestra pareja para volver a ir por un sendero de paz, porque como explica la psicóloga Ximena Dávila, esto es lo principal en una relación. “Si te encuentras con una persona que te otorga eso, te ayudará a evolucionar y a salir adelante con sus proyectos y sueños. Sentir ansiedad, nervios y estrés, es indicativo de que algo está pasando”, agrega Dávila.
Si ambos son capaces de admitir el tipo de relación en que se encuentran y aún así desean quedarse juntos, lo mejor es buscar ayuda profesional para aprender a tratar este asunto. Lo importante, como señala Dávila, es que te empoderes ante la situación y si sientes que no puedes hacerlo sola, trata de apoyarte en familiares o amigos que estén dispuestos a escucharte y recordar las buenas cualidades que tienes y que te hacen importante.
Una vez que sientas que tienes las fuerzas para sentarte a hablar tranquilamente con tu pareja, hazlo de la manera más tranquila posible, con respeto y sin ningún tipo de ataques o recriminaciones, así sentirás que tienes más fuerza y podrás controlar la situación.
Si tu pareja no está dispuesta a cambiar o buscar ayuda, la única solución es ponerle fin; por más que duela, debes comprender que vale más tu vida y tu autoestima. Las relaciones tóxicas sí pueden cambiar, pero se necesita una gran fuerza de voluntad y compromiso de los dos, solo así evitarás amargarte la existencia.
Fuente: Psicóloga Ximena Dávila, Facebook Beauty Therapy Guatemala y Amor en Tiempos de Crisis.