Leticia siempre soñó con ser madre. Ella imaginaba cómo amamantaría a sus bebés, cómo los cuidaría, incluso desde muy joven ya tenía el nombre que les pondría.
Ella se casó de 22 años a punto de terminar la universidad y esperaba de inmediato quedar embarazada, pero no sería tan fácil.
Leticia y su esposo cumplieron su primer año de casados, sin la noticia de ser padres.
Ellos continuaban intentándolo. De hecho ya tenían días programados para tratar de quedar embarazados, pero cada intento era fallido.
Así, empezaron a pasar los días, las semanas y los meses que pronto se convertirían en años.
Leticia y su esposo tenían 7 años de casados, sus amigos y familiares ya tenían hijos y ellos que tanto habían soñado con ser padres y que hasta juguetes y ropa le habían comprado a su posible hijo, aún no llegaba.
Ellos se casaron un 8 de diciembre.
Una amiga le había contado que ella había resultado embarazada de tanto pedirle a la Virgen de Concepción que le ayudara.
Ese año, el de su séptimo aniversario, Leticia le pidió a su esposo que fueran a la iglesia a visitar a la Virgen y que allí pidieran por él bebé que tanto habían esperado. Llegaron y ambos oraron pidiendo su intercesión.
Pasó todo el año y el bebé no llegaba.
Cada 8 de diciembre durante 5 años llegó Leticia y su esposo a pedirle a la virgen por su bebé. Ella estaba desesperada y un día en la iglesia le dijo que ya no soportaba, que su matrimonio estaba muy acabado y que ya no soportaba.
Le dijo que no llegaría a la iglesia hasta que estuviera embarazada.
Pasaron 3 meses y Leticia se dio cuenta que tenía un atraso en su menstruación y no le tomó importancia. Después, empezó a sentirse mal. Con su esposo fueron al hospital a ver que estaba pasando, pues ya habían perdido las esperanzas de tener un bebé.
Para su sorpresa, Leticia estaba embarazada.
Estaba tan emocionada por la noticia, pero algo resonó en su mente y eran las palabras que le había dicho a la Virgen. Al salir del hospital fue directo a la iglesia a pedirle que la perdonara y le agradeció porque estaba esperando a su tan anhelado hijo. Fue una niña a la que en honor a la Virgen la nombraron María.