Cuando aún tenía 3 años, sus padres la inscribieron en un curso de vacaciones, se enamoró perdidamente de la gimnasia y hoy sueña con convertirse en una referente mundial de la disciplina. Ana Irene Palacios tiene 16 años y disfruta al máximo practicar este deporte.
Familia activa
Aunque ninguno de sus familiares se involucró en alguna disciplina de manera profesional, disfrutan mucho el tenis y frontenis o incluso salir a correr y mantenerse activos. Desde que Ana Irene tiene memoria, sus padres le han inculcado el deporte, considerándolo positivo para la salud y la mente. Su hermana mayor recibe clases de ballet y la pequeña de bádminton.
Ellas también juegan y disfrutan el fútbol
Tienen un núcleo muy unido y apoyan incondicionalmente a esta nueva promesa de la gimnasia guatemalteca.
Además de los valores que se le han inculcado en casa, su trabajo diario con el especialista Adrián Boboc le han infundido mucha disciplina, “porque la rutina es diferente”, el coraje y el respeto por uno mismo y hacia el país.
Pasado, presente y futuro
Palacios no olvida que otra de las grandes conocedoras del deporte, Ana Sofía Gómez siempre le brindó su apoyo. “Nos abrió las puertas, nos motiva y siempre ha sido un gran ejemplo”, comentó la atleta, exhausta luego de un exigente entrenamiento vespertino.
Ana Irene siempre se ha caracterizado por dar lo mejor de sí, entregar el corazón y vivir el deporte con pasión. Aunque compite en todos los aparatos, considera que su fuerte es el piso y aprovecha al límite sus condiciones para brillar con luz propia.
Para este 2018, Ana Irene ha planificado participar en el Centroamericano y del Caribe en Barranquilla, en pre-panamericano clasificatorio y una copa mundial.
La gimnasia me motiva todos los días. Lo que me hace levantarme y venir con ganas de hacer las cosas es que me siento libre, feliz. Todos los días me digo que fue lo mejor que me involucraran en este deporte. Lo disfruto al máximo, es mi vida.
Ana Irene Palacios
Acrobacia y yoga en un mismo deporte
Esta atleta recuerda que cuando era muy chiquita practicaba natación, porque sus padres siempre consideraron necesario que aprendiera sobre esa disciplina, sin embargo en la actualidad dedica todo su tiempo a los estudios y a la gimnasia.
El futuro de esta connacional parece encaminarse de la mejor manera. Cuenta con la guía de los ángeles de la gimnasia, el apoyo de sus seres amados y la energía suficiente para hacer un gran papel.
Me veo como una gran gimnasta, con valores y siendo un ejemplo. Poniendo en alto el nombre de Guatemala a nivel internacional y demostrando que en nuestro país hay mucho talento.
Ana Irene Palacios
Esta joven atleta compitió en los Juegos Bolivarianos de 2017. Ganó dos medallas: una plata en piso y un bronce en barras. “Fue la competencia de mayor nivel con relación a las anteriores en las que había participado”, afirmó Ana Irene, quien ve con ilusión hacia Tokio 2020.
Palacios anhela llegar a los siguientes Juegos Olímpicos y lograr un buen desempeño. Está consciente de la dedicación y esfuerzo que necesita para lograr sus metas.
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Disfruta imponerse muchos retos y luchar hasta alcanzarlos. Siempre busca lo mejor para sí misma y sus seres cercanos, es una persona agradecida con Dios y soñadora.
Cada competencia me marca porque es una nueva experiencia y siempre se aprende algo nuevo.
Ana Irene Palacios