Tiene 20 años y es originaria de Uspantán, Quiché. Delgadita desde que tiene memoria. Creyente en Dios y corredora empedernida. Heidy Villegas es apasionada del atletismo desde que tenía seis años, pero hace tan solo cuatro su nombre comenzó a resonar en las paredes de la capital.
Ha ganado varias competencias, entre las que destacan la Max Tott, La Carrera del Ingeniero por tres años consecutivos y la 21K de la ciudad, entre otras. Le ha dado batalla a las keniatas que llegan al país y a Merlin Chalí, una corredora de la vieja guardia.
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Nunca recibió apoyo
Heidy competía en todos los eventos de su escuela. Siempre ganaba, sin embargo nunca recibió el apoyo que necesitaba para competir a nivel profesional. A los 12 años comenzó a conocer las carreras de más alto nivel.
En su lugar de origen se llevó a cabo una competencia en homenaje a Alfredo Arévalo y allí se dio a conocer. El entrenador Carlos Trejo le habló y la respaldó para viajar a la capital. Él tenía un grupo de atletas y ella se sumó.
Allí conoció a Mario Santizo, quien ahora no solamente le ayuda con los entrenamientos sino que además es su esposo. Villegas no cuenta con la ayuda de patrocinadores y aún así ha mantenido un buen nivel entre las participantes de los eventos pedestres.
Nunca olvida la carrera Avon
Justo fue en una carrera Avon que compitió por primera vez en un acto de mayor magnitud. En aquella ocasión quedó en el noveno puesto y desde ese momento se propuso ganarla. Heidy compite en la prueba de los 5 kilómetros, la mayoría de veces.
El atletismo tiene algo muy especial para mí. El amor al deporte se trae en la sangre. A todos mis hermanos les gustaba correr y practicaban el atletismo mientras estudiaban. Hacían competencias en la escuela, me metía y ganaba. Así me nació el amor por esto.
Heidy es la séptima de ocho hermanos. Actualmente, solo ella se dedica por completo al deporte. Uno de sus hermanos mayores la impulsó a entrenar y hoy con alas propias vuela por las calles de la ciudad.
El deporte nos ayuda económicamente, a estar bien de salud. Es bien bonito, no se puede expresar todo lo que se siente.
De ayudante de albañil a atleta olímpico
Heidy es talentosa y disciplinada, nunca imaginó llegar a ser una referente de las carreras típicas de enero. Recuerda con especial voluntad cuando era pequeña y veía a los competidores nacionales a través de la televisión.
Siempre le decía a mi mamá que quería estar en la tele. Salir en las portadas de la prensa por mis logros deportivos. He llegado y aún podemos seguir logrando grandes cosas.
Villegas también sueña con competir en las Olimpiadas, Centroamericanos, Panamericanos y otro tipo de ceremonias internacionales. De momento, está enfocada en la Carrera Avon, hacer mejores marcas y romper récords.
En el atletismo también existen las envidias
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Heidy ha disfrutado cada paso dentro del deporte, incluso las muestras de envidia que otras competidoras han sentido.
Aunque la relación ahora es muy buena con Merlin Chalí, la primera vez que le gané la Carrera del Ingeniero, su papá nos insultó cuando llegamos a la meta. La verdad nosotros nunca pensamos en hacerle daño a alguien, solo nos esforzamos para lograr nuestros sueños. Después de los tres años seguidos ya comprendieron que siempre hay gente que viene atrás y que llega a ser mejor que uno.
Ahora sus metas son cada vez más altas. Fiel representante del atletismo quichelense y de la mujer empoderada que se esfuerza por ascender como profesional en su máxima pasión.