Su corazón se estrujó al ver las desgarradoras imágenes que desde el pasado domingo 3 de junio se viralizaron en redes sociales y medios de comunicación. Futbolistas decidieron sumarse a la causa y recaudar víveres, ropa, artículos de limpieza y de cuidado personal.
Elías Enoc Vásquez, Stefano Cincotta y Kendel Herrarte conformaron uno de los grupos que salió a las calles para pedir ayuda. Comenzaron la jornada en uno de los jardines de Cayalá, pero las autoridades del Centro Comercial les denegaron el permiso para continuar la labor.
Según personal del lugar, a los jugadores se les invitó a unirse al local en donde Cayalá estaba recaudando donaciones con el apoyo de la Alcaldía Auxiliar. “Los intereses de ambas partes eran distintos”, según Elías y los deportistas decidieron retirarse para continuar sobre la banqueta frente a la Federación Nacional de Fútbol en zona 15.
Después de algunos minutos de haberse colocado en el nuevo punto, los integrantes del Comité de Regularización del ente deportivo se sumaron y habilitaron no solamente un espacio adentro de sus instalaciones, sino mesas que facilitarían la recaudación del material.
Por otro lado, Cristian Noriega junto a Gerson Tinoco y Luis Lemus se coordinaron para que los vecinos de Petapa pudiesen compartir con ellos y entregar artículos de primera necesidad para los damnificados del Volcán de Fuego. Con corazón conmovido y decidido a contribuir con un país necesitado, en horas de la tarde emprendieron viaje a Escuintla para entregar directamente en los albergues todo los recaudado.
Horas más tarde se abrió un nuevo centro de acopio en zona 1 de Villa Canales en donde sortearán guantes e indumentaria de los porteros Paulo César Motta, Javier Irazún, Nicholas Hagen, Álvaro García y Luis Tatuaca.
Leer también: Deportistas se solidarizaron con víctimas tras la erupción del Volcán de Fuego
Aunque domingo a domingo estos personajes del balompié nacional se encuentran en la cancha, esta vez se reunieron con el objetivo de defender un mismo color, el de Guatemala. Para ayudar a los miles de guatemaltecos y guatemaltecas que perdieron todo durante la erupción de un volcán lleno de fuerza y furia.
Para llevar al menos una sonrisa en medio de la incertidumbre a aquellas personas que no podrán regresar a casa cuando oscurezca, a quienes perdieron familiares durante su intento de huir del humo ardiente, las piedras y el material piroclástico.
El fútbol no solamente nos une durante 90 minutos de partido, en estas últimas jornadas decenas de connacionales han abierto su corazón para que, sin importar al equipo que representen los organizadores de estos puntos de acopio, se recaude lo suficiente a favor de aquellos seres humanos que hoy más que nunca necesitan de todos y todas.
Y una vez más, Guatemala demostró que lejos de actos politiqueros, habemos más buenos que malos.